Capítulo 1217
En aquella ocasión, Ramiro no había reservado un salón privado, sino que eligió una mesa en la sala
común del restaurante.
Al sentarse, llamó al mesero y ordenó la comida.
Elia preguntó: “Sr. Ramiro, ¿hay algo urgente de lo que necesitas hablar conmigo?”
Durante el viaje en auto, él no había mencionado ningún asunto importante.
Ramiro sonrio con suavidad y dijo: “La verdad es que prefiero que me llames simplemente Ramiro”.
Elia se sintió un poco incómoda al escucharlo. La primera vez que lo habia llamado por su nombre fue por la sorpresa, sin pensar. Pero una vez que ya estaba tranquila, prefería dirigirse a él como Señor Ramiro, para mantener las formas.
Elia bebió un sorbo del vaso de agua que sostenía para ocultar su embarazo.
Ramiro notó su incomodidad y no insistió. Sostenía su vaso con ambas manos, jugueteando con él de manera despreocupada pero natural, siempre con una sonrisa que lo hacia parecer afable y accesible.
“En realidad te busque hoy por un asunto personal”, dijo al fin.g2
Elia levantó la mirada, estaba expectante, esperando que continuara. Ramiro nunca había hablado de su vida privada; sus conversaciones siempre giraban en torno a Sergio.
“Marina realmente cometió una tontería, haciendo algo tan extremo. Quiero disculparme contigo en su nombre”, continuó Ramiro, mirándola directamente a los ojos con sinceridad.
Las palabras de Ramiro sorprendieron a Elia, quien rápidamente replicó: “Pero señor… Ramiro, ¿por qué te disculpas en lugar de Marina? ¿Qué relación tienes con ella?”
Elia solía llamarlo Señor Ramiro, pero recordando su petición anterior, corrigió su forma de dirigirse a él.
La repentina disculpa la desconcerto. ¿Qué tenía que ver Ramiro con lo que Marina le había hecho?
Viendo la confusión en el rostro de Elia, Ramiro se dispuso a explicar: “Marina es mi prima. Su madre es la hermana de mi padre.”
Al escuchar eso, todo cobró sentido para Elia, quien nunca había conocido el vínculo entre Ramiro y Marina.
“Marina ha estado enamorada de Sergio durante años. Mi amistad con Sergio comenzó, en parte, p
por ella”, dijo Ramiro, relatando cómo conoció a Sergio y cómo se desarrolló su profunda amistad.
“En un principio, debido a la obsesión de Marina por Sergio, cuando él se fue al extranjero a abrirse camino y yo estaba por allá, Marina me pidió que le echara un cable con Sergio, ya sea abiertamente o tras bambalinas. Con el tiempo, Sergio y yo nos conocimos, y su tenacidad me impresionó. Ambos estábamos empezando nuestros negocios, teníamos metas comunes, y esa afinidad nos llevó a convertirnos en grandes amigos.”
Elià escuchaba la historia de Ramiro, absorbiendo cada detalle sobre los comienzos de su amistad con Sergio.
Sentia su respiración entrecortada y su corazón apretado.
Sergio había emprendido su viaje al extranjero después de romper con ella, con una determinación y un espiritu inquebrantable, ¿se debían acaso su fuerza motriz a su separación y al dolor que le causo el
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mismo?
“Con el tiempo supe que su empeño era por una mujer”, dijo Ramiro cambiando el tono de la conversación.
El corazón de Elia se hundió y su ceño se frunció.
Ramiro la miró fijamente y continuó hablando: “El decía que quería volverse fuerte y lo suficientemente bueno. Decía que solo obteniendo suficiente dinero, poder e influencia conseguiria su respeto, y solo asi podría tener la oportunidad de luchar por una segunda oportunidad con ella.”
Aunque Ramiro no lo dijo explicitamente, Elia sabía que se refería a ella.
Su corazón se retorcia de dolor.
Ella y Sergio habían dejado pasar su momento, y hay ocasiones en las que, una vez perdida la oportunidad, no hay vuelta atrás.
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