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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1152

Capítulo 1152

Hace un rato, mi abuelo dijo que pondría quinientos millones para invertir en la empresa de la familia de Priscila, solo para ayudarme a romper el compromiso matrimonial. Si ahora se descubre la verdad, todo habrá sido en vano. Mejor quédate en la habitación”, Orson valoró los pros y los contras, y ofreció su

consejo.

“¿Y cómo voy a dormir?”, preguntó Jimena, echando un vistazo a su alrededor y viendo que en la habitación solo había una cama.

“Yo duermo en la cama, tú en el suelo”, propuso Orson,

Jimena frunció el ceño y dijo: “¿Y por qué no duermes tú en el suelo?”

“Tengo una lesión en la espalda, el suelo es demasiado duro”, dijo Orson encogiéndose de hombros. Él era el lesionado, él tenía la razón.

Jimena contuvo la respiración y apretó los puños, tenia muchas ganas de golpearlo, pero se contuvo al ver el spray que él sostenía en sus manos.

Ese medicamento era específicamente para tratar contusiones y golpes.

Ella se acercó, le arrebató el spray de las manos y apuntó hacia la zona morada de su espalda, presionando con fuerza varias veces, rociando el medicamento sobre la lesión.

No fue suficiente con unas cuantas pulverizaciones, asi que aplicó unas cuantas más.g2

Orson se quejó y dijo: “¿Qué tienes contra mi espalda?

“No tengo nada contra tu espalda, ¡tengo algo contra ti!”, exclamó Jimena, y después de tirar el spray, se preparó para subirse a la cama.

Orson arqueó una ceja, anticipando su movimiento. Rápidamente se dejó caer en la cama, ocupandola primero: “Ay, me duele la espalda, tengo que dormir en una cama blanda”.

No solo estaba acostado en la cama, sino que también se extendió en forma de estrella, ocupando todo el espacio.

Jimena apenas habia puesto un pie en el borde de la cama cuando Orson la ocupó por completo, obligándola a detener su movimiento.

Con los ojos en llamas, miró a Orson en la cama y dijo: “¿Qué clase de hombre pelea con una mujer por una cama?”

“¿Por qué no lo compruebas tú misma y ves si soy un hombre?”, le sugirió Orson con una sonrisa picara. “¡Tú…!” Las palabras frívolas de él la dejaron sin habla, y cuanto más pensaba en ello, más enfadada se sentía y menos quería darle la satisfacción.

Se quitó los zapatos, subió a la cama y con un movimiento brusco apartó la pierna de Orson que estaba al borde de la cama.

La pierna de Orson fue apartada de un golpe, y rápidamente, el espacio que había dejado fue ocupado por Jimena. Se tumbó en el hueco que habia quedado, intentando empujarlo fuera de la cama con sus

manos.

No dormir en el suelo era su última muestra de orgullo,

En cuanto sus manos tocaron la cintura de Orson, él se tensó y, por instinto, atrapó su mano, girando

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Capitulo 1152

sobre ella y presionándola contra la cama: “¿Qué estás haciendo? ¿intentando echarme de la cama?”

Jimena levantó la mano para golpearlo, pero él agarró la otra y la sostuvo sobre su cabeza. Jimena intentó de nuevo levantar la mano para golpearlo, pero Orson era fuerte y no lograba moverla, después de un par de intentos, desistió, respirando con dificultad mientras lo miraba fijamente.

“¡Suéltame!”, exigió Jimena, visiblemente enfadada.

“No, si te suelto, me patearás y me empujarás fuera de la cama”, replicó Orson, manteniendo sus manos. sujetas sobre ella.

Jimena guardó silencio…

El ambiente se tornó tenso y cargado de una energia diferente.

Jimena se dio cuenta de la posición en la que se encontraba, sus ojos redondos y amplios parpadearon, mirando fijamente a Orson.

Y Orson también la miraba fijamente, sus rostros estaban tan cerca que podían sentir la respiración del

otro.

Orson dejó de jugar y la miró con seriedad y con un tono grave en su voz. Se sentia atraído por sus labios rojos, su piel clara y luminosa, y por sus ojos brillantes.

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