Capítulo 1142
Jimena estaba cada vez más nerviosa, antes de venir, ella y Orson no habían conversado, y no tenia idea de cómo enfrentar las preguntas de la familia de él.
Además, el problema que mencionó Marisa también era serio, Orson y Priscila estaban comprometidos. Orson le había dicho hacía un momento que si ella le ayudaba a romper el compromiso, él le conseguiria una cita con Timothée para que pudieran encontrarse a solas.
Pero Orson no habia explicado cómo iba a ayudarle a romper ese compromiso.
Los abuelos Salcedo se miraron con complicidad, y el abuelo Salcedo dijo pensativo: “Marisa, si Orson no quiere a Priscila, creo que deberiamos buscar el momento idóneo para hablar claro con la familia de ella, en asuntos del corazón no se puede forzar a nadie.”
“Claro, si su abuelo y yo no estaríamos enamorados, ya nos habriamos separado hace tiempo.” agregó la abuela Salcedo..
La abuela no provenía de ninguna familia distinguida, su familia era de clase media, y en sus años de joven se encontró con el abuelo Salcedo, se enamoraron a primera vista, y a pesar de todo, lograron estar juntos.
Durante décadas, por su origen humilde, la abuela Salcedo había enfrentado muchas dificultades dentro de la familia de su marido, pero por su amor hacia él, había superado todos los obstáculos para. estar a su lado.
Al final hasta ese presente aún estaban juntos y felices.g2
Mientras hablaba, la abuela Salcedo intercambió una mirada con el abuelo Salcedo, se miraron con unas miradas llenos de amor, donde solo se veían el uno al otro.
Jimena los miraba y envidiaba su relación.
“Pero el primo mayor de Orson está por casarse con una joven de igual posición social, si él puede hacer una alianza matrimonial, ¿por qué Orson no?” Marisa no estaba convencida por los abuelos de Orson.
Orson tenía un primo que le llevaba dos años, quien en ese momento estaba a cargo de la mayoría de los negocios de la familia Salcedo, mientras que Orson solo se ocupaba de algunas sucursales.
Marisa temía que el puesto de presidente del Grupo Salcedo terminara siendo ocupado por el primo de Orson.
Orson era conocido por su carácter mujeriego, y su familia no tenía mucha fe en él. Si además se casaba con una mujer de una familia común, su influencia no aumentaria y tendría aún menos oportunidades de aspirar al puesto de presidente.
Marisa provenía de una familia importante, y fue gracias a su apoyo que su esposo, el padre de Orson había logrado ser presidente del Grupo Salcedo.
Se suponía que el padre de Orson pasaría el puesto de presidente a él, pero el primo de Orson era más discreto y estaba por casarse con una heredera de otra familia poderosa. Con esa alianza, seguramente recibiría el apoyo de la familia de su esposa.
Mientras que Orson, él era demasiado ostentoso, haciéndolo impopular entre los directores de la empresa, y en ese momento ni siquiera quería casarse con la señorita Priscila. Parecía que estaba buscando su propia ruina.
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Marisa, al ver a Jimena, le preguntó sobre su familia para sopesar los pros y los contras.
“Ahem, ay, mi corazón…” de repente el abuelo Salcedo tosió y se llevó la mano al pecho, pareciendo estar en mucha incomodidad.
“Amor…” la abuela Salcedo se apresuro a ayudarlo.
“Papa, ¿cómo te sientes?” Marisa también se puso nerviosa y se levantó rápidamente para ver cómo estaba el abuelo Salcedo. Al ver que su rostro estaba realmente pálido, rápidamente sacó unas pastillas del cajón y se las dio.
Le palmoteo el pecho suavemente y dijo con resignación: “Papá, ¿dije algo que te molestó otra vez?”
“No me has molestado a mi, sino a la novia de Orson. Ella todavía está aquí, ¿por qué no puedes dejar de mencionar a Priscila?” el abuelo Salcedo reprendió.
“Orson siempre ha sido así, si te conviertes en su novia, ya deberías estar acostumbrada a sus modales, no te sorprendería nada, ¿verdad, Jimena?” Dijo Marisa.
Marisa acababa de conocer a Jimena y ya había presenciado cómo Orson se abrazaba con otras mujeres delante de ella, además de entender la personalidad de Jimena.
Ella no era de las que se rompen fácilmente, pero su temperamento tampoco era de los más calmados.
Marisa sabia que Jimena no era de romperse fácilmente, por eso se atrevía a insinuar cosas delante de Jos abuelitos de Orson, para que Jimena se hiciera a la idea de que era mejor que se retirara.
Si no fuera porque el abuelo Salcedo había fingido un ataque al corazón, exigiéndole que trajera a Orson de vuelta y que asegurara que él mantuviera una relación normal con una mujer.
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