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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1134

Capítulo 1134

Orson se sentó sin pedir permiso entre ellas, lanzando una mirada coqueta hacia Jimena diciendo: “Esa frase debería decirtela yo, ¿aún no te has rendido?”

Jimena se sintió provocada por sus palabras y rodó los ojos: “Ay por favor, no te creas tanto. No eres ningún galán de telenovela como para que me muera por ti.”

Orson realmente pensaba que Jimena había ido al bar solo para seguirlo, ya que ella había hecho algunas locuras en el pasado, como buscar información acerca de él y tratar de encontrarse casualmente.

Desde aquel incidente en el campo de golf, cuando accidentalmente le golpeó el pie y él le respondió con palabras duras y una mirada desaprobadora, Jimena realmente se enfadó y decidió olvidarlo y buscar nuevos horizontes.

Pero por alguna razón, parecía encontrarlo por todas partes, aunque esa vez ella no había planeado esos encuentros.

“¿Entonces ahora te gustan los jóvenes actores?” Orson entrecerró los ojos y miró a Jimena con una luz sombría en su mirada que ni él mismo notó.

“¡Puede ser! El nuevo chico del momento, Timothée Chalamet, es tan guapo que me robó el corazón. Cada vez que lo veo, mi corazón late a mil por hora, y si supiera dónde encontrarlo, gastaría lo que fuera para verlo,” dijo Jimena, abrazándose a sí misma y soñando despierta como una adolescente enamorada.

Cuando se enamoró de Orson a primera vista, comenzó una persecución implacable.

Orson conocía bien a Jimena; era una mujer que se dejaba llevar por los ojos y no podía resist hombre guapo, como él.g2

Al ver a Jimena alabar a otro hombre, Orson jugueteó con su copa de vino, su mirada cayendo liquido mientras decía con una risita: “Siempre estás cambiando de amor como quien cambia camisa, viendo a uno y gustando de otro. El amor a primera vista no puede resistir muchas prue

“¡Yo me enamoro de quien me da la gana! Eso a ti no te importa” Jimena, picada por el comentari Orson, le respondió con enojo, alzando la barbilla y con una mirada desafiante.

Elia estaba al lado de Jimena sentada en la mesa redonda y le dio un suave toque en el brazo. Jime la miró y Elia le hizo una señal con los ojos, pidiéndole que se calmara y no arruinara su reputación.

¿Qué mujer se jactaria de enamorarse de cada hombre que veía? Eso no haría más que dañar su imagen.

Jimena era en realidad una mujer de un solo amor, no era de esas que se enamoraban de cualquier hombre que pasara. Solo hablaba de esa forma para molestar a Orson.

Entendiendo el gesto de Elia, Jimena desvió la mirada hacia la mesa y se quedó en silencio, conteniendo su enfado.

un

Nunca había sentido algo por otro hombre; el único por el que había caído era un playboy que trataba a las mujeres como si fueran ropa desechable.

Solo estaba enfadada con Orson, sino también consigo misma por haberse enamorado a primera vista de semejante hombre. ¿No era eso buscarse problemas innecesarios?

Orson percibió la tensión en las palabras de Jimena. Parecía que realmente no sentía nada por él y que

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Capitulo 1134

había puesto su interés en otro hombre, de lo contrario no lo trataría con tanta frialdad.

Continuar alli solo seria humillarse a sí mismo, así que levantó su copa en dirección a Jimena y Elia con una sonrisa desprovista de emoción diciendo: “Este brindis es para ofrecerles una disculpa por las molestias.”

Terminó su copa de un solo trago, se levantó y se marchó sin mirar atrás.

Jimena observó su indiferente silueta alejándose y, con el corazón herido y enojada, frunció los labios y tomó la copa que tenia delante para beberla de un solo sorbo.

“Ya está, no bebas más, te hace daño,” le dijo Elia, quitándole la copa de las manos y dejándola sobre la

mesa.

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