Capítulo 1112
Elia había preparado todos los datos del nuevo modelo de teléfono de Grupo Fuentes y también de los productos electrónicos anteriores.
Después del trabajo, siguió a Vicente al campo de golf.
Era un campo que Elia conocía bien, ya que había ido una vez con Jimena, porque Jimena queria conquistar a Orson Salcedo y planeó un encuentro casual alli.
Pero su plan fracasó y no solo no logró captar la atención de Orson, sino que también terminó peleada Trcon Jimena.
Era un campo de golf de lujo, un lugar predilecto para el esparcimiento de empresarios y jóvenes de familias acomodadas.
Y es que los precios allí eran bastante elevados.
El cliente ya estaba esperando en el campo, vestido con un chándal a rayas grises y blancas y una gorral blanca, sosteniendo su palo de golf, practicando su swing.
Vicente se acercó con Elia y saludó: “Señor Gabriel, disculpe la demora.”
El hombre, que estaba a punto de golpear la bola, detuvo su movimiento y se volvió al escuchar la voz, su semblante oscureció al ver a Elia, pero enseguida se iluminó con una sonrisa al dirigirse a Vicente: “Sr. Fuentes, qué bueno que llegaste, vén a tomar algo fresco con nosotros.”g2
Dejó el palo en manos de su caddie y se adelantó hacia el área de descanso bajo una sombrilla no muy lejos.
Al ver a ese supuesto cliente, la expresión de Elia se ensombreció. Apretó los documentos que llevaba con más fuerza; el “cliente” al que Vicente se refería era nada menos que Gabriel.
¿Gabriel iba a invertir dos millones en acciones?
¿De dónde había sacado ese dinero?
Elia recordó que hacía unos días Gabriel le había llamado pidiéndole dos millones y la amenazó con publicar un video comprometedor si no se los daba..
Ella lo había rechazado rotundamente y en ese momento, tan solo unos días después, Gabriel tenía dos millones, ¿cómo los consiguió? Se preguntaba Elia.
Lo que más le desconcertaba a Elia era que Asier habla descubierto que Gabriel estaba involucrado en su secuestro, pero por alguna razón no había entregado las pruebas para que Gabriel fuese encarcelado, dejándolo en libertad.
En ese momento, al ver a Gabriel, Elia deseaba que la policía lo arrestara y lo encerrara para siempre. “Elia, ¿qué haces ahi parada? Ven aqui,” le dijo Vicente al notar que se había quedado atrás.
“Ah, ya voy,” respondió Elia, volviendo en sí y acercándose.
Vicente y Gabriel se sentaron frente a frente. Gabriel puso un jugo de frutas frescas frente a Vicente y dijo: “Sr. Fuentes, tome algo para refrescarse.”
Luego, fingiendo cortesía, miró a Elia y dijo: “Elia, no te quedes de pie, siéntate.”
“No hace falta, estoy bien de pie,” respondió Elia con un rostro inexpresivo.
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Conociendo algo de la tensión entre Elia y Gabriel, Vicente no insistió.
Cambiando de tema al asunto importante, dijo: “Señor Gabriel está interesado en comprar acciones de nuestra compañía, pero quiere asegurarse de la solidez de nuestras acciones, es asi? Le pedi a mi secretaria que preparara todos los datos de nuestros productos, no solo de los nuevos sino también de los electrónicos que hemos vendido anteriormente. Nuestra presencia en el mercado ha sido estable en los últimos tres años, eso no es ningún problema.”
Mientras Vicente hablaba, Elia entendió la señal y puso un montón de documentos sobre la mesa
Gabriel le echo un vistazo a Ella y luego, con una sonrisa, le dijo a Vicente: “No hay prisa, no hay prisa Dejemos que mi esposa revise estos documentos, fue al baño y ya vuelve.”
“Está bien, no hay problema,” respondió Vicente, tomando un sorbo del jugo de frutas.
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