Capítulo 1106
“Ah, qué importa si me enojo o no, ¿en qué te afecta?”, dijo Elia, parada frente a Asier con la respiración agitada. Sus palabras iban más allá de la ira momentanea, eran una realidad palpable
Aunque al principio él hubiera creído que el niño que llevaba en su vientre no era suyo, y aunque luego se aclaró que si lo era, nunca le ofreció una explicación, y mucho menos una disculpa
Parecia que malentenderla y tratarla con desden era su derecho, y que incluso después de aclarar el malentendido, el seguía en su pedestal, inalcanzable, como si ella no mereciera una disculpa
Si Elia no se enojaba, él seguia siendo ese ser inalcanzable. Si ella se enojaba, tampoco le causaba a él ninguna diferencia.
Elia, herida en su orgullo, no tenía más opción que tragarse su dolor, sin siquiera tener el derecho a luchar por su justicia.
Si no podía enfrentarlo, lo mejor era simplemente evitarlo.
Asier la miraba fijamente con sus ojos llenos de una determinación enojada mientras su pecho se elevaba y caía con cada respiración. Cuando ella le miraba, toda su tristeza y frustración estaban alli, expuestas.
Asier dejó caer su mano sobre la mesa con despreocupación y dijo, “Ese día te vi muy cercana a Ramiro, y encima te fuiste a verlo a escondidas. Al volver a casa, encontré restos de píldoras anticonceptivas y tú no me dijiste nada. Después de eso, te fuiste con Ramiro otra vez. Aunque traté de no creerlo, no pude convencerme de que no había nada entre ustedes.
En los días anteriores, Asier también había estado furioso, estaba d muy mal humor.g2
Estaba enojado con Elia por haber huido con Ramiro, pero más aún por su disposición a sufrir en silencio con tal de no revelar la verdad sobre el secuestro orquestado por Gabriel.
A pesar de que Gabriel la manipulaba y la trataba mal, ella aún sentía un lazo de sangre con él y lo protegia.
Gabriel jamás había sido un padre de verdad para ella, y aun así, ella lo defendía.
¿Cómo podría Asier aceptar a alguien así como su compañera?
Él tenía una enemistad mortal con Gabriel, y si Elia se distanciaba de él, podría considerar ganarse su corazón y eventualmente casarse con ella.
Pero si Elia seguia mostrando lealtad a Gabriel, incluso si él ganaba su corazón, de ninguna manera podría casarse con ella.
Si sabiendo todo eso ella seguia protegiendo a Gabriel, casarse con ella sería una falta de respeto hacia sus propios padres.
Todos esos pensamientos agobiaban y frustraban a Asier, y por eso había estado días sin contactar con ella.
Pero cuando supo por los doctores del hospital que Elia había sido dada de alta y que Vicente le dijo que ella había ido a trabajar ese día, su preocupación volvió.
Asier pensó en cómo Elia había sufrido complicaciones durante su embarazo, y cómo, en lugar de descansar en casa, había ido a trabajar.
si v su decisión de no buscarla, la preocupación por su salud y el bebé que esperaban
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Capitulo
lo impulsaron a ir tras ella…
Al oir las palabras de Asier, Ella lo miró sorprendida.
Ella nunca lo había oido hablar tanto; siempre era directo y sus palabras llevaban un tono autoritario.
Y en ese momento, él le estaba hablando, explicándole por qué había malinterpretado su embarazo.
Elia estaba asombrada, ¿acaso él realmente se estaba explicando?
Asier, siempre tan orgulloso y distante, ¿realmente se estaba tomando el tiempo para explicarse?
