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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1097

Capítulo 1097

El señor publicista llevó a Elia al estudio fotográfico.

El equipo ya había preparado todo, el maquillista terminó de embellecer a la modelo, quien fue instruida por el fotógrafo para subir al escenario y posar con el celular siguiendo sus indicaciones.

En cuanto la modelo pisó el escenario, los focos iluminaron su rostro y el maquillaje excesivo se hacial evidente, con la base de maquillaje casi despegándose de la piel como si fuera cal en una pared. Sus párpados estaban pintados de amarillo y verde, sus pestañas parecían escobillas y el pintalabios de un rojo intenso.

Parecía un payaso y, bajo aquellas luces, incluso daba miedo, como si fuese un fantasma. Su aspecto natural estaba tan oculto que era imposible distinguir cómo era en realidad.

Elia se sobresaltó al ver a la modelo, parpadeó sorprendida y rápidamente le preguntó al publicista: “¿Esta es la idea para un anuncio de celular? ¡Pero si da miedo!”

El publicista explicó: “Lo que pasa es que nuestro eslogan es: ‘Sin ver el todo, no hay juicio. Celulares Lipo, revelan tu verdadera imagen.”

Elia, algo confundida, preguntó: “¿Entonces la modelo se desmaquillará después para mostrar su verdadero rostro?”

El publicista sonrió y asintió: “Exactamente, señorita. Muy perspicaz.”

Elia soltó una risita y no añadió más. No era su área de experticia, así que no podía opinar mucho al respecto.g2

La sesión

cues

comenzó y la modelo hizo muecas y gestos exagerados, tan horribles que hacian hisma. Luego, le lanzaron el nuevo modelo de celular de Grupo Fuentes.

ninó con curiosidad.

o la señal: “¡Clic! Puedes ir a desmaquillarte. Vamos con un maquillaje más sutil.”

maquillista intervino para remover el maquillaje pesado y preparar a la modelo para la

ente toma.

Fue entonces cuando Elia pudo apreciar el verdadero rostro de la modelo.

Al ver a la modelo, Elia se quedó asombrada.

¡Era Liuva! Había estado en el estudio durante dos horas y apenas habia reconocido que la modelo era Liuva.

Mientras observaba a Liuva en el escenario, ésta también le echó un vistazo, con una mirada envenenada y llena de resentimiento que desapareció tan rápido que podría haber sido una ilusión.

Pero Elia sabía que no era su imaginación. Los problemas entre ella y Liuva eran bien conocidos, y el hecho de que no hubieran discutido allí mismo ya era algo bueno. Que Liuva la mirara con rencor era de lo más normal.

Parecía que su sensación de intranquilidad no había sido infundada; Liuva habia estado vigilándola.

Capitulo 1097

Gracias a todos por su esfuerzo.”

Elia finalmente pudo retirarse a descansar. Después de tres horas en el estudio y haber bebido bastante agua, necesitaba ir al baño.

Al terminar y salir para lavarse las manos, encontró a Liuva retocándose el maquillaje junto al lavabo.

Elia decidió ignorarla y comenzó a lavarse las manos.

De repente, el agua salpicó sobre ella y el frío líquido chocando contra su piel cálida la hizo estremecerse. Miró con irritación a Liuva al lado.

“¡Ay, perdón! Abri demasiado el grifo sin querer, y ¿mira tú? El agua salpicó justo sobre la persona más despreciable,” dijo Liuva con una mezcla de sorpresa fingida y sarcasmo, mientras su voz se tornaba sombría hacia el final.

Elia, furiosa y con la respiración entrecortada, no pudo contenerse ante la actitud despreciable de Liuva y levantó la mano, asestando un fuerte golpe en la cara de Liuva.

El sonido de la bofetada resonó con una claridad sorprendente.

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