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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1085

Capítulo 1085

Adela estaba llorando desconsoladamente, golpeándose los muslos y maldiciendo su suene

Liuva también estaba de muy mal humor, mirando con enojo cómo Adela armaba un escándalo S hubiera sido en otro momento, al ver a Adela tan deshecha, seguramente habría tratado de consolara

Pero en ese momento, ella misma estaba tan irritada que no podía más, con el cuerpo agitado por la frustración de haber perdido su virginidad con un hombre mayor que bien podria ser su padre

Después de haber sido lanzada fuera de la habitación por Asier con una patada, Luva estaba funca y su cuerpo ardia en deseos de un hombre. Porque habia bebido de la misma bebida de la que ella mp puso la droga, no pudo resistir el calor abrasador de la droga y se lanzó sobre el primer hombre que

encontro.

Habia bebido de su propia bebida trucada por exceso de confianza, creyendo que Asier bajo el efecto de la droga, no resistiria la incomodidad y que con solo un poco de su encanto, podria seducirlo completamente.

Pero ella se había sobreestimado.

Asier prefirió aguantar el calor insoportable en su cuerpo antes que tocarla, y con desprecio, la habla empujado lejos con una patada.

Todavia le dolia el lugar donde Asier la habia pateado, y su corazón dolia aún más.

Liuva observaba a su madre hacer un escándalo, estaba temblando de ira y humillación, con lagrima de furia en sus ojos.g2

Adela también estaba desesperada; las cosas habían salido tan mal ese dia que estaba perdiendo la cabeza. Si no tenía cuidado, su familia podria desmoronarse. Asi que grito todo su malestar y su dolor

“¿Qué pasa? ¿por qué tanto alboroto?” Gabriel, que estaba encerrado en su estudio enojado, oyó los Ilantos y rápidamente abrió la puerta para ver lo que pasaba con Liuva y Adela enfrentadas.

Las dos estaban discutiendo.

Gabriel se apresuró a acercarse a Liuva y le dijo con seriedad: “Liuva, has bebido? Anda, toma una ducha y descansa temprano.”

“¡No puedo dormir!” respondió Liuva con la respiración agitada y claramente molesta.

Adela, mientras se secaba las lágrimas, le dijo a Liuva con enojo. “¿Qué no puedes dormir? Desde pequeña, tu padre y yo te hemos dado lo mejor, te hemos proporcionado lo mejor para comer, para vestir y para vivir. Te envié a aprender música y danza. Te he criado con esfuerzo, ¿para que ahora te rebelas contra mi?”

Liuva explotó como un volcán ante las palabras de Adela y replicó: “¿Y qué si te desobedezco? ¿De ahora en adelante no te metas en mis asuntos! ¡Voy a asumir las consecuencias de mis propias decisiones!”

Dicho eso, giró sobre sus talones furiosa y caminó rápidamente hacia su habitación.

“¡Liuva!” Gabriel llamó detrás de ella y luego se giró hacia Adela con una mirada feroz y dijo: “Si no puedes estar en esta casa, ¡lárgate!”

Le lanzó una mirada mortal a Adela y siguió a Liuva.

Adela se quedó paralizada, con las lágrimas colgando de sus ojos antes de colapsar en un llanto

salesá las piernas y dijo: “Ah he trabajado tanto por esta familia.

Captus 1025

todo ha sido en vano…”

Gabriel alcanzo a Liuva y cuando ella intento cerrar la puerta de su habitacion, el la detuvo con la mano. sonnendo de manera conciliadora y dijo: “Liuva, no te enojes, ya conoces a tu madre.”

Liuva le lanzó una mirada fria, se dio la vuelta y se sentó en la cama, todavia con la respiración agitada.

Gabriel se sentó a su lado y dijo con una sonrisa forzada: “Liuva, has estado fuera toda la noche, acaso paso algo entre tú y Asier?”

Al escuchar la pregunta de Gabriel, Liuva lo miró sorprendida: “¿Quién te contó eso?”

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