Switch Mode

¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1054

Capítulo 1054

Elia lanzó un grito de dolor que resonó en su garganta, su cuerpo se encogió y sus manos, que se apoyaban en su pecho, se aflojaron inconscientemente. Una sensación de hormigueo recorrió su espalda como una corriente eléctrica, subiendo en oleadas.

La respiración poderosa y dominante de Asier rozaba su rostro, robándole el aliento. Elia se quedó sin oxígeno, su mente comenzó a nublarse….

Asier, como una bestia salvaje, desgarraba y devoraba a Elia, besándola con una furia y una violencia desenfrenadas, aunque sus ojos no mostraban ni un apice de calor.

Al percibir su resistencia, él se irritó aún más. Con una mano firme sostuvo la nuca de Elia, forzando su cabeza hacia él, su lengua invadió su boca sin pedir permiso, conquistando cada rincón, sustrayendo su oxigeno, su dulzura…

No fue hasta que Elia estuvo a punto de asfixiarse, con el rostro encendido en rojo, que Asier finalmente la soltó.

Los labios de Elia estaban hinchados y adoloridos, y entreabriendo la boca, respiraba con dificultad el aire fresco. Sus ojos brillaban con lágrimas, las pestañas humedecidas, mostrando la desesperación y el pánico de una presa a punto de ser devorada.

Antes de que pudiera recuperar el aliento, Asier la agarró por los hombros y la volteó, pasando de estar acostada a quedar boca abajo…

Ese movimiento…

Los recuerdos de la humillación sufrida ante él inundaron su mente.g2

El corazón de Elia se aceleró, su cuerpo se resistió en pánico.

“No, no me trates asi…

“Ah…”

Todos sus intentos de resistencia y súplicas se ahogaron bajo el salvajismo indomable de Asier.

“¿Todavía piensas huir, eh?” La voz de Asier era ronca y gélida mientras sujetaba la barbilla de Elia, obligándola a mirarlo fijamente.

Elia se encontró con esos ojos profundos y claros, donde se percibía una furia contenida. Su corazón temblaba, su piel se erizaba de pánico, los vellos de su cuerpo se erizaban.

Por un lado, soportaba su ira; por el otro, temía su arrogancia implacable y despiadada.

“¿No quieres saber por qué escapé?” Elia, con la voz temblorosa, apretó los dientes.

Si el castigo era inevitable, no había razón para ocultarse. No todos querian quedarse al lado de él, ser su mujer.

Tampoco todos podian soportar su fuerza y su naturaleza salvaje.

Él era

incansable, lleno de vigor; cada encuentro la llevaba al agotamiento extremo. Ella no queria morir

en sus manos.

*¿Te atreves a decirlo? Asier soltó una risa fría, mientras que en sus ojos se agitaba una marea oscura.

¿No había sido seducida por Ramiro y huido con él? ¿Acaso pensaba que al escapar de Asier podría tener una vida común y feliz con Ramiro?

1/2

Capitulo 1054

La respiración de Asier se volvió pesada, su ira sofocaba el dolor que se escondia en lo más recóndito de su ser.

Él había pensado que el corazón de Elia estaba completamente entregado a Sergio Griera, que su amor por Sergio impedia que otro hombre ocupara su corazón.

Esa era la razón por la que él nunca había estado en su corazón.

¿Pero cuanto tiempo habia pasado desde la muerte de Sergio? ¡Y ella ya estaba dispuesta a huir con Ramiro!

Incluso para irse con Ramiro, no dudó en aliarse con Liuva para drogarlo, abandonarlo en el hotel y permitir que Liuva lo sedujera.

¡Para estar con Ramiro, estaba dispuesta a empujar a otra mujer hacia él!

“Yo… ah…” Elia, intentando hablar, apenas abrió la boca cuando Asier volvió a ocupar toda su razón, dejandola sin poder articular una frase completa.

Ella se aferró a las sábanas de la cama con fuerza.

¿Por qué había huido?

El nunca la habia comprendido, nunca habia considerado sus sentimientos, por supuesto no podia entender.

Ella no tenia nada que ocultar.

Huia de él porque él había sido extremadamente cruel con Sergio, estaba dispuesto a llevarlo a la muerte para proteger los intereses del Grupo Griera.

Él era un demonio, y ella no quería quedarse a su lado, tampoco podía permitir que sus hijos estuvieran

con él.

Cada vez que él era cruel y despiadado con ella la dejaba despojada, él siempre había hecho caso omiso de su humillación y dolor. Ella no quería seguir a su lado, sin ningún titulo y degradada, a merced de su voluntad.

2/2

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset