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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia 1022

Capitulo 1022

Capítulo 1022

Liuva habia esperado en el salón del hotel solo por unos minutos cuando se impacientó por no recibir ningún mensaje de Elia para que se dirigiera a la habitación de Asier.

Era de naturaleza impaciente y ya no podia esperar más, además, había bebido un trago que la estaba haciendo sentir un calor interno, una incomodidad que invadia tanto su cuerpo como su alma, ambos. anhelando la presencia de Asier.

Momentos antes, Rayan habia apoyado a Maximiliano y Elia a Asier para salir del salón privado. Liuva, mezclada entre la multitud, había observado cómo tomaban el ascensor y vigiló hasta que los números señalaron que se detuvo en el piso 28.

Asi supo que Asier se había ido a descansar al piso 28.

Depender solo del mensaje de Elia para subir era una incertidumbre que no podía tolerar.

Liuva habia hecho un gran esfuerzo, y al ver que Asier habia bebido el trago adulterado, sabía que perder esta oportunidad significaría que sería aún más difícil acercarse a él en el futuro.

Ansiosa, decidió preguntarle a una empleada del hotel que acababa de bajar del ascensor por la tarjeta de la habitación que habia entregado.

Rayan y Elia habian ido directamente al piso 28 sin siquiera recoger la tarjeta de la habitación, y poco después, una empleada bajó del mismo piso. Liuva, astuta, dedujo que la empleada habia ido a llevar la

tarjeta.

Simplemente preguntándole, podría descubrir en qué habitación se alojaba Asier.g2

Al principio, la empleada se resistió a divulgar la privacidad de los clientes.

Liuva le ofreció cien mil pesos al instante, asegurándole que solo queria saber el número de la habitación y que no haria nada malo.

¿Quien puede resistirse al poder del dinero? La empleada, al ver la suma, cedió sin más.

“Le entregue dos tarjetas a Rayan, una para la 2806 y otra para la 2809“, confesó la empleada sin vacilar

“Entendido, muchas gracias“, respondió Liuva, cuyo rostro estaba enrojecido como si estuviera ebria, pero solo ella sabia que era el efecto de la bebida actuando en su cuerpo, luchando por controlar el calor y la inquietud

interna

Para asegurarse de que Asier bebiera, ella misma había tomado de la copa. No había ido tan lejos para simplemente quedarse sentada esperando.

Con los números de las habitaciones de Asier y Maximiliano en mano, Liuva contactó a su asistente para que le consiguiera las tarjetas de dichas habitaciones.

El asistente de Liuva no era cualquier persona, su novia trabajaba en el mostrador del hotel, asi que conseguir una tarjeta de habitación era pan comido para ella

En menos de tres minutos, Liuva tenia ambas tarjetas en su poder.

Sin poder esperar más, se dirigió al piso 28

Sin saber en cuál de las dos habitaciones se encontraba Asier, decidió probar suerte. Si por casualidad abra la de Maximiliano, podia excusarse diciendo que Rayan la habia enviado a verificar algo y luego retirarse, la otra habitación sin duda seria la de Asier

Con este plan en mente, Liuva eligió al azar una tarjeta, la de la habitación 2809, y usó la tarjeta para abrir la

puerta

Dentro de la habitación, solo estaba encendida la luz de la lámpara de noche, proporcionando una iluminación tenue. El ambiente estaba impregnado de un silencio frío

Liuva avanzó con cuidado

Tardaste mucho estás lista para recibir tu castigo? La voz masculina, baja y autoritaria, resonó desde la

A car esa voz, el corazón de Luva se aceleró de golpe, su cuerpo entero se estremeció, y con una mezcla de

sorpresa y alegria miró al hombre que yacia. la cama

Tuvo suerte la primera puerta que abrió

habitación de Asier

En ese momento. Asier estaba recostado en la cama, con los hombros apoyados en el cabecero. La luz de la lampara iluminaba su rostro distinguido, cubriendolo con un brillo dorado que hacia que su apariencia fuera

aun más impresionante

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