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Capítulo 1010
Elia de repente se sintió confundida al ver a Asier tomar la copa de su mano, con su cara siempre tan seria y su mirada profunda posada en Maximiliano al otro lado de la mesa.
“Después de aqui ella tiene que trabajar, yo me encargo de este trago,” dijo Asier, y de un sorbo se acabó el contenido de la copa.
Elia quedó atónita, no esperaba que Asier se ofreciera a beber por ella.
El motivo era porque tenía que volver al trabajo más tarde y temía que el alcohol la perjudicase
¿Sería por lo que Abel había dicho antes, que la esperaría en casa para enseñarle a usar el programa de trabajo?
Elia no sabia si Asier había tomado su lugar para que Abel no se decepcionara si ella llegaba a casa ebria e incapaz de aprender, o si simplemente le preocupaba que bebiera demasiado.
En ese instante, la gran duda de Elia era si Asier se preocupaba más por Abel, su hijo, o por ella misma
Después de un segundo de desconcierto, Elia se recompuso. Seguramente le importaba su hijo, ¿cómo iba a preocuparse por ella?
Si realmente le importara, no la habría hecho sufrir tantas veces sin consideración alguna por sus sentimientos.g2
“Bien, Asier, si tú bebes, es lo mismo,” dijo Maximiliano con una sonrisa llena de dobles intenciones, mirando
alternativamente a Elia y Asier.
Cuando Elia volvió en si, vio la sonrisa insinuante y llena de matices de Maximiliano, y se sintió incómoda al
ser el tema de cotilleo tan directo por parte de un mayor, era algo que nunca habia experimentado.
Elia se sentia incómoda y queria explicar que no había nada entre ella y Asier, pero no sabia cómo hacerlo
“Nuestro Asier de hierro por fin florece. Antes no sé quién decía que no le gustaban las mujeres, pero ahora eso quedó en el pasado, comentó Rayan con una sonrisa, mirando a Maximiliano y luego a Asier y a Elia con
admiracion
Era como si estuviera observando a una pareja de recién casados con una mirada de felicitación.
Rayan no había sido explícito, pero al hacerlo, la incomodidad de Elia se transformó en inseguridad y
verguenza
Habia estado al lado de Asier sin ninguna posición oficial, nunca había sido reconocida como su mujer
Estar a su lado era algo que no podia revelarse, y sin embargo, era un tema frecuente de burlas
La dignidad de Elia se sentia pisoteada y despreciada
“Claro que el señor Griera gusta de las mujeres, tuvo una prometida llamada Betiana, y Maribel, su secretar estuvo lealmente a su lado por diez años Pero ambas se retiraron de formas distintas, tai vez porque la novedad paso, dijo Elia, tratando de mantener la calma ante el comentario de Rayan
Tomó un poco de jugo para ocultar su nerviosismo y tambien para intentar ignorar la presencia abrumadora
de Asier a su lado
Sus palabras, aunque sonaban serenas, eran una respuesta sutil e incisiva
Estaba insinuando que Asier no era que no le gustaban las mujeres, sino que no le gustaba hacerlo públice y que una vez desaparecia el encanto, todos tenian que dejar el escenario, ella incluida
Maximiliano se detuvo un momento ante su respuesta, luego solto un suspire y una risa resignada y dijo “Ustedes son jóvenes aún, hay cosas que no pueden ver claramente pero recuerden que deben valorar lo que tienen.”
Al ver que la mirada de Asier se volvía fría y la atmósfera se tensaba, Rayan supo que Asier estaba a punto de enfadarse.
Apresuradamente, trató de desviar la atención y dijo: “Tienes razón, Don Maximiliano, en los asuntos del corazón lo más importante es valorar lo que se tiene.”
Luego, rápidamente, les sirvió más vino a Maximiliano y a Asier para cambiar de tema: “Don Maximiliano, ¿ha encontrado ya el collar de perlas que estaba buscando?”
En la subasta de joyas que organizaron hoy estuve presente, había una gran variedad de gemas, pero no encontré lo que estaba buscando“, dijo Maximiliano, volviendo al tema principal. Tomó la copa de vino que tenia delante y bebió un sorbo de tinto.
La razón principal por la que Maximiliano habia vuelto a su país era para buscar una perla que habia regalado hace 28 años a una mujer. En aquella perla estaba tallada la figura de un cisne en pleno vuelo.
