Capítulo 9
Carla no era buena cocinando, pero Enzo no le dio la oportunidad de decir que no sabía hacerlo “En la cocina hay una receta e ingredientes para hacer una sopa para la resaca, avisame cuando esté Esta“.
Carla no tuvo más remedio que aceptar esta tarea, afortunadamente habla estado haciendo muchas tareas domésticas desde que era niña, asi que esto no le resultaba nada dificil
Siguió la receta, encontrá los ingredientes para la sopa, los lavó, los corto y los puso en la olla. No pasó mucho tiempo hasta que la sopa humeante estuvo ista.
Carla salió de la cocina con la sopa en la mano, Enzo ya no estaba en la sala de estar, miró a su alrededor y vio que la puerta del dormitorio principal estaba entreabierta y se vela la luz del interior.
Dejó la sopa en la mesa y lo mandó un mensaje a Enzo: “Director Farré, la sopa para la resaca está lista, si no necesita nada más, me ré“.
Justo después de enviar el mensaje, el timbre de la puerta sond de repente, el sonido era especialmente fuerte en la quietud de la noche y Carla se sobresalieë.
Instintivamente, pensó que la mujer que buscaba a Enzo a ahas horas de la noche debis ser la esposa del jele, de repente, se sintió nerviosa. Aunque entre ella y Enzo solo habia una relación laboral, estar juntos en una casa en medio de la noche, inevitablemente, podria dar lugar a malentendidas.
Mientras dudaba, la puerta del dormitorio principal se abrió y Enzo, vestido solo con un albornoz, said: “Abre la puerta“.
Parecia que acababa de ducharse, llevaba el albornoz suelto y el cabello mojado, su rostro era tan atractivo que daba envidia, era como una encarnación de las hormonas masculinas.
Cualquiera que viera tal imagen podria malinterpretar la situación. Carla, nerviosa, trago saliva: “Director Farré, debería esconderme?”
Enzo: “¿Por qué te esconderias?
Carla “Seria malo que tu mujer se hiciera una idea equivocada“.
“No te preocupes, ella no malinterpretará y tampoco estoy interesado en ti Enzo le devolvió las palabras que habla dicho sobre Leonardo esa noche sin cambiar ni una sola palabra.
Por supuesto, Carla sabia que él no estaba interesado en ella, pero no queria causar malentendidos innecesarios.
Si él no tenia miedo, entonces ¿por qué debería tenerlo ella?
-Fue hacia la puerta y la abrió, había un hombre y una mujer en la entrada.
La mujer levaba un botiquin y parecia tener unos cuarenta años, el hombre era alto y famido, con piel oscura y una cicatriz gruesa debajo de su ojo izquierdo.
Gracias a esa caracteristica distintiva Carla record de inmediato haber visto a este hombre hace unos dias mientras paseaba por Ciudad Capital
En ese momento, él estaba cerca de Enzo, pero cuando entraron a una tienda, dejó de verlo y no pensó que el hombre tuviera algo que ver con Enzo
La mujer, sorprendida al ver a Carla, pregunté: “Carla, ¿qué haces aqui?”
Carla no conocia a estas dos personas, pero parecian conocerla: “¿Quiénes son ustedes?”
La mujer dijo: “Soy la Dra. Elsa, la médico personal del Director Farré, este hombre alto es mi hijo, Spartak Anzount.
“Mucho gusto“, dijo Carla, haciéndose a un lado para dejarlos pasar
La Dra. Elisa le sonrió y, después de cambiarse los zapatos, fue directamente hacia Enzo, abrió rápidamente su botiquín y preparó una inyección para él.
Después de hacer eso, la Dra. Elisa le dijo a Enzo: “Tú sabes que no deberías… pero se detuvo y miró a Carla.
Enzo, recostado en el sofá, dijo: “No te preocupes, si se atreve a decir algo sobre mi debilidad, le pediré a Spartak que la tre al rio para alimentar a los peces“.
Carla:
Ella queria insultarlo.
¿Qué habla hecho mal para merecer esto?
Primero, la llamaron en medio de la noche, luego tuvo que ir rápidamente al Club Strimin y, después, llevar a Enzo a casa y cocinarle una sopa para la resaca…
Después de hacer todo eso, ni siquiera había recibido un agradecimiento y todavia queria tirarla al no y alimentar a los peces con ella.
“Director Farré, la sopa está en la mesa, si no necesita nada más, me voy. Carla sabia que era más seguro saber menos sobre ciertos asuntos y decidió irse
Enzo no le prestá atención, pero el hombre grande y musculoso estaba bloqueando el camino de salida de Carla
Carla miró hacia atrás a Enzo: “Director Farré, las debilidades que usted no quiere que sepan los de fuera, yo tampoco las quiero, por favor, déjeme ir“.
Enzo levantó las cejas. “Tú eres una extraña?”
Trabajar a su lado y querer mantenerse al margen, ella no era tonta en absoluto
Carla,”
Ella era su asistente personal, asi que supongo que no era realmente una extraña
Carla no tuvo más remedio que sentarse obedientemente a un lado, jugar con su celular, sin querer involucrarse en sus asuntos, pero sus conversaciones entraron a sus oldes sin perderse una palabra.
La Dra. Elisa hablaba sin parar: “Sabes que no puedes beber alcohol, pero aun así lo haces, realmente no te importa tu vida“.
Enzo, “No me sentia bien, asi que tomé unas copas“.
Dra. Elisa, “¿Por qué no te sentias bien?”
Carla también queria saber por qué el presidente no estaba de buen humor, asi que escucho atentamente, pero Enzo no respondió
La última vez que fue a ver a su esposa, al día siguiente estaba de mal humor.
Esta vez también.
¿Realmente tuvo problemas con su esposa?
Además, ¿por qué no se mencionó en el curso obligatorio de la asistente especial del presidente de Hércules Construcción Co. que Enzo era alérgico al alcohol?
Carla penso por un momento y de repente lo entendió, solo un tanto escribiría sus debildades en un manual para que otros lo lean
La identidad del jefe de Hércules Construcción Co. conllevaba muchos peligros a su alrededor, tenia que ser más cuidadoso que la mayoria de las personas.
Todo lo que sabia sobre las prohibiciones de Enzo a través del manual probablemente estaba destinado a quienes tenian malas intenciones.
La Dra. Elisa de repente le hizo señas, “Señorita Carla, por favor, ven y ayúdame“.
Carla rápidamente guardó su celular y se acerco, ¿Qué necesita que haga?”
La Dra. Elisa, Enzo, quitate la ropa y deja que la señorita Carla te aplique la medicina“.
Enzo no solo no se quitó la ropa, sino que también apretó su cuello, como si temiera que Carla se aprovechara de el “Ya tomé la medicina que recetaste, ya estoy bien, no necesito medicación tópic
Dra. Elisa. “Conoces tu condición fisica mejor que yo, sino usas medicina tópica, tus sarpulidos no desaparecerán hasta dentro de en diez días o medio mes. Si no me haces caso, tendre que llamar a tu abuela.
Enzo miro triamente a la Dra. Elisa, pero ella no tenia miedo de el y murmurd en voz baja, “Si no cuidas de tu propio cuerpo, no puedes dejar que otros te lo digan“.
“Director Farré, será mejor que siga el consejo de la Dra. Elisa“. Aunque Carla no entendia muy bien su situación, creia que era correcto que los pacientes siquieran los consejos de los médicos
Enzo miró a Carla con cama de disgusto, “Spartak, ven aquí“,
La Dra. Elisa dijo: “Enzo, las manos de Spartak están heridas y aún no se han recuperado, deja que la señorita Carla lo haga“.
Esta vez, Enzo no dijo nada más y se quitó el albornoz
Cuando se quito la ropa, sus perfectos abdominales eran atractivos, pero lo que llamó más la atención fueron las erupciones en su cuerpo, que parecían tortas horneadas en rojo, y Carla se estremeció al verlas
La Dra. Elisa le entregó a Carla algunos algodones medicinales, “Señorita Carla, por favor aplique esto medicina en las áreas de la erupción“.
Carla asintió, porgue rara vez hacla esto y temia lastimar a Enzo, cuanto más preocupada estaba, peor lo hacia, y sus manos y ples se volvian torpes. “Director Farré, resista un poco, trataré de no lastimario“.
Enzo la miró, y sus ojos mostraron insatisfacción que no pudo ocultar…..
Carla pensé“.
¿Penso que ella queria aplicarle la medicina?
Si no fuera por el salario doble, incluso si se amodilara y le suplicara, ella no lo ayudana