Capitulo 883
Primero, Carla metió la urna con las cenizas de su abuela en su habitación y encontró un lugar para ponerla. Luego, comenzó a deshacer sus cosas.
De pronto, varias personas llegaron a la casa y preguntaron “¿Eres tú, Sr. Belmonte?”
Enzo respondió “Si, soy yo“.
El dirigente dijo “Somos empleados de la empresa nacional, y ahora estamos para servirles“.
Enzo se volvió hacia Carla y le dijo “Carla, mira lo que hay que limpiar y dejaré que lo haga el personal de la empresa de limpieza“.
Carla dijo Todo lo que está en la sala es basura que Ignacio acumuló. Pideles que lo saquen todo“.
Entonces, Enzo les dijo: “Por favor, saquen todo esto de la sala“.
Como habla mucha gente de la empresa de limpieza, pronto sacaron toda la basura de la sala, y finalmente todos tuvieron un lugar donde estar. Carla le preguntó a Enzo: “¿Cuándo contrataste el servicio de limpieza?”
Enzo respondió: “Cuando tú bajaste las escaleras“.
Luego Carla pregunto: “¿Cómo sabias que habia basura en mi casa que necesitaba ser limpiada?”
Enzo le revolvió cariñosamente el cabello y dijo: “La casa ha estado desocupada durante mucho tiempo, necesitaba una limpieza. Pensé en llamar a la empresa para que limpiaran, no sabia que también estarian disponibles para esto“.
Carla volvió a decir: “Ignacio es un niño adoptado por mi abuela. Mi abuela siempre lo ha considerado como su propio hijo, pero él es un desagradecido y acosaba a mi abuela Cuando mi abuela está enferma, no solo no está dispuesto a darme a mi abuela“. Recibió tratamiento médico y quería su dinero. Mi abuela estaba muy enojada y cortó los lazos con él. Mi abuela me pidió que vendiera esta casa, pero pensé que era su casa, asi que no la vendi, no pensaba que la casa estaria ocupado por esa pareja“.
Enzo la consoló y le dijo “No te preocupes, no dejaré que tengan éxito“.
En ese momento, se oyó un llanto estridente de Ignacio desde la entrada, gritando: “Mamá, moriste de una forma tan cruel! Desgraciada, mi madre estaba bien hasta que te la llevaste. Ahora has vuelto con sus cenizas. ¿Qué hiciste con ella cuando te la llevaste?”
Ignacio también trajo un grupo de personas, obviamente para causar problemas, “¿Quién abrió la puerta? ¿Quién sacó mis cosas? Déjame decirte que estos son tesoros preciosos. Si hay uno menos, no podrán pagarlo.
Lorena también estaba llorando a gritos. “Mamá, moriste de una manera tan cruel! Estabas bien cuando saliste con ella, y ahora has vuelto en una urna, Carla, desgraciada, ¿qué hiciste para obtener la herencia de tu abuela?”
Carla le sonrio amargamente a Enzo y dijo: “Parece que voy a necesitar su ayuda de nuevo“.
Enzo tomó a Carla en sus brazos, la abrazó con fuerza y le dijo: “Déjame lidiar con esas dos personas, no salgas“.
Carla dijo: “Voy a lidiar con ellos legalmente“.
Enzo respondió “Es posible que la ley no funcione contra personas tan desvergonzadas. Es posible que deba utilizar algunos medios más directos“. Preocupada, Carla dijo: “No te lastimes“.
Enzo respondió: “No lo haré“.
Abuela Luisa dijo: “Carlita, tal vez no lo sepas, pero Enzo ha estado aprendiendo taekwondo defensa personal desde que era un niño. Ahora es un experto, no hay mucha gente que pueda lastimarlo“.
Carla preguntó: “Enzo sabe taekwondo defensa personal?”
Ella siempre habia estado cerca de Enzo, pero nunca supo que era un experto en defensa personal. No es de extrañar que la última vez que vio a Enzo golpear a alguien, sus movimientos eran tan fluidos.
La abuela Luisa continuo: “Enzo sabe muchas cosas, lo conocerás mejor con el tiempo. Cuanto más lo conozcas, más te gustará.
Enzo interrumpió a la abuela Luisa: “Estrella y tú acompañan a Carla de regreso a la habitación y yo me encargo de la gente de afuera“.
“Está bien, abuela Luisa‘