Capítulo 876
Manuel estaba paseando ansiosamente por la sala, al final, miró fijamente a Enzo, pero su impulso se aplastó al encontrarse con su mirada seria:
“Enzo…”
Enzo le echó un vistazo y le dijo. “Habla”
Manuel juntando valor dijo: “Carla ha estado sola en la habitación por más de dos horas, ¿no vamos a ir a ver cómo está? Si algo le pasa, ¿no te sentirias culpable?”
Irene asintió desde un lado: “Si, si algo le pasa a Carla, nos sentiriamos culpables por el resto de nuestras vidas.”
Comparado con su ansiedad, Enzo se veia indiferente: “Ustedes crecieron con ella, deberian conocerla mejor que yo. Carla es una chica fuerte, una vez que supere esta dificultad, nada la tumbara en el futuro”
“¿Fuerte?” Manuel soltó una risa fría: “¿Cómo más quieres que sea fuerte?”
Enzo, sin decir nada, levantó una ceja mientras miraba a Manuel.
Manuel continuó: “Cuando era muy pequeña, su padre la abandonó, fue entonces cuando se vio obligada a madurar, a ser fuerte. Luego, sin importar lo que pasara, aprendió a soportarlo, aprendió a ser fuerte, porque aparte de su abuela, no tenía a nadie en quien confiar. Pero ahora es diferente, te tiene a ti, tú debes ser su respaldo, debes protegerla y hacerle saber que a veces no necesita ser tan fuerte…”
Enzo dijo: “Yo soy su respaldo, su apoyo, la protegeré, pero siempre será un individuo independiente, no es una extensión de mi, hay dificultades que debe superar por si misma, una vez superadas, se sentirá realmente aliviada”
Podría proteger a Carla, cuidarla dulcemente, protegerla como una flor en un invernadero, pero el creia que eso no era lo que Carla queria.
Enzo creía que la relación matrimonial se basaba siempre en el apoyo mutuo, ambos debian crecer juntos para que la relación fuera duradera.
En la vida, muchas parejas parecian perfectas antes del casamiento, pero después del casamiento uno de los dos no podia seguir el ritmo del otro, se sentía cada vez más inseguro, la brecha entre ellos se hacia más grande y terminaban divorciándose.
Si quería un matrimonio duradero con Carla, debía permitirle crecer junto a él, ser más fuerte, ninguno podia quedarse atrás.
Y en esa ocasión, Carla debía entenderlo por si misma, debía ser fuerte, o de lo contrario siempre estaría sumergida en el dolor. “¿Cuándo llega la gente de la funeraria?”
Mientras discutian, Carla salió y le preguntó a Enzo tranquilamente.
Enzo se quedó un poco sorprendido y luego dijo: “Ya están afuera esperando con el auto, tan pronto como des tu consentimiento, podrán llevarse el cuerpo de la abuela Lidia”
Carla, sin expresión, dijo: “Déjalos entrar.”
La abuela Luisa, que habia estado ocupada con los asuntos de la abuela Lidia, le dijo a Carla: “Carlita, una vez que llegue a la funeraria será cremada y solo quedarán las cenizas. Podemos dejar que tu abuela se quede en casa un par de dias más, que nos haga compañia un poco más. Ya he pedido que se prepare un equipo de refrigeración, para asegurar que el cuerpo de tu abuela no se descomponga en esos dos dias.”
El clima en Mussani era muy caluroso, si querian mantener un cuerpo en casa por un par de dias más sin que se descompusiera, debian usar mucho equipo de refrigeración, ese proceso era complicado, costoso y laborioso.
Sin embargo, Carla no queria que su abuela fuera refrigerada después de su muerte: “Abuela Luisa, no te molestes. Quiero que el cuerpo de mi abuela sea cremado lo más pronto posible y luego quiero llevarla de vuelta a Bella Salamanca para su entierro.