Capítulo 871
“¿De qué diablos están hablando? No entiendo nada”
Carla miraba a las dos personas delante de ella, sus amigos más cercanos, compañeros desde la infancia.
Pero en ese momento, sus caras le parecian extrañas, incluso pensó que no los conocia.
Irene dio un paso adelante, intentando abrazarla, pero Carla retrocedió rápidamente, alejándose de ellos como si fueran serpientes venenosas o bestias salvajes “Ustedes no son Irene y Manuel, ellos jamás dirian esas cosas.”
Carla los evitaba, mirándolos como si fueran extraños, llena de distancia y cautela: “Diganme, ¿quién demonios son ustedes? ¿Por qué están pretendiendo ser mis amigos?”
“Carla, somos Irene y Manuel… los dos estaban muy preocupados al ver a Carla en ese estado.
Irene, temiendo que Carla hiciera algo imprudente debido a su estado emocional, intentó calmarla rápidamente: “Está bien, no diremos más. Si no quieres escuchar, no hablaremos.”
Lo más importante en ese entonces era estabilizar su estado emocional.
“No, ustedes no son Irene y Manuel Digan la verdad, ¿quién diablos son?” Mientras interrogaba, Carla notó a Enzo acercándose
Inmediatamente corrió hacia él. “Enzo, estos dos están fingiendo ser Irene y Manuel, haz que se vayan, que me devuelvan a Irene y a Manuel.
Enzo levantó a Carla y la sentó en un sofá cercano. Se agachó frente a ella y le puso los zapatos: “Carla, ya hemos preparado el funeral de la abuela Lidia. Antes de que la lleven a la funeraria, deberías despedirte de ella por última vez”
Carla lo miró, su mirada pasó de ser dependientes a ser fria: “También eres un Enzo falso, debes ser un Enzo falso…”
Saltó del sofá, intentando escapar, pero Enzo no le dio la oportunidad.
Sabia que era mejor enfrentar lo inevitable más temprano que tar de: “Carla, sabes que esto no es un sueño, escapar es un acto de cobardía. Tu abuela seguramente no querria verte asi, deseaba que aceptaras la realidad y fueras una niña valiente, positiva y optimista.”
Carla se agarró la cabeza y comenzó a gritar: “Dejen de hablar, por favor, paren de hablar! Ella está perfectamente bien, ¿por qué están diciendo esas cosas extrañas? ¿Qué hizo mal?”
Enzo: “Carlal
Como si se hubiera dado cuenta de algo, Carla de repente comenzó a reir: “Ya entiendo, estoy soñando, todos ustedes son personas demi sueño… Váyanse, ya no quiero soñar con ustedes.”
Extendió la mano y se pellizcó con fuerza ¿Por qué duele? ¿No estoy soñando?”
Enzo habló con voz grave: “Carla, sabes muy bien que no estás soñando, deja de engañarte a ti misma. Tu abuela no puede quedarse alli para siempre, el auto de la funeraria vendrá a buscarla en media hora. Tienes media hora para pensar si quieres ver a tu abuela por última vez. Por supuesto, también puedes seguir escondiéndote en tu caparazón, como si fueras una tortuga.”
Carla levantó la cabeza y miró a Enzo en silencio.
Pensó que ella habia despertado, que estaba a punto de aceptar la realidad.
Pero ella simplemente lo miró en silencio, sin decir una palabra, como si estuviera mirando a un extraño: ¿Quién eres tú? ¿Qué derecho tienes para criticarme?”
Enzo: “.
Carla: “Si me criticas, se lo diré a mi abuela. Te lo advierto, aunque no tengo padres, mi abuela me ama mucho. Ella nunca permitirá que personas despreciables como ustedes me maltraten”