Capitulo 869
“Abuela Luisa”, continuo: “Antes te consideraba de la familia porque eras responsable y leal. Ahora tomas decisiones por tu cuenta, en nombre del bienestar de la familia Farré, pero lastimas a los verdaderos miembros de nuestra familia, ya no eres digno de ser parte de nosotros”.
“¡Abuela Luisa, tú dijiste que siempre me considerarias parte de esta familia, no puedes echar atrás tus palabras” Ramón miró a la abuela Luisa, deseando que ella se retractara de sus hirientes palabras.
Sin embargo, fue en vano, la abuela Luisa no solo no se retracto de lo que acababa de decir, sino que también lo hirió profundamente: “Sabes que solo te considerábamos familia, pero que realmente no lo eres. Carla y su abuela si lo son”.
“Abuela Luisa, no entiendo, ¿por qué ellas son tu familia y yo, que he estado contigo durante más de veinte años, soy un extraño?” Ramón miró a la abuela Luisa Abuela Luisa, dime!”
La abuela Luisa respondió seriamente: “Porque Carla es la esposa de Enzo! ¡Es la mujer que pasará el resto de su vida con él!”
“¡No es digna! ¡No es digna! Lamento no haberla matado… Ramón comenzó a gritar como un loco: “¿Por qué? ¿Por qué se ha convertido en esto? Todo es culpa de esa mujer, si no fuera por ella, las cosas no estarian asi”.
Luisa dijo: “Cometiste un error y quieres culpar a otros”.
Enzo no quería escuchar más de sus palabras: “Spartak, llévatelo”.
Spartak: “Si”,
Después de resolver aquel problema, Enzo se sintió aún más inquieto.
La abuela Luisa se dio cuenta: “Enzo…”
Enzo miró hacia arriba, preocupado: “¿Me culpará Carla? ¿Me abandonará?”
Luisa dijo: “Enzo, esto no tiene nada que ver contigo, Carla es una niña sensata, no te culpará, mucho menos te dejará, no te preocupes…”
Enzo: “Ella me culpará! Fui negligente, me di cuenta de la persona que cuidaba a la abuela Lidia, pero no presté atención porque esa persona habia estado con nosotros durante tantos años. Si hubiera sido más cuidadoso, esto no habría sucedido…. Le prometi a Carla que cuidaria bien de su abuela y que nunca más ocurririan envenenamientos, pero solo unos dias después, volvió a ocurrir. Es mi culpa, todo es mi culpa, Carla me culpará…
La abuela Luisa dijo: “Enzo, este no es el momento para la autocompasión. La prioridad es cuidar de la abuela Lidia y calmar a Carlita. Ella fue criada por su abuela durante todos estos años, solo tenia a su abuela como familia. Me temo que cuando despierte, no pueda controlar sus emociones. Debes cuidarla bien, no puedes dejar que le pase nada. Si algo le sucede, ¿cómo se lo explicaria a la abuela Lidia después de mi muerte?…” “Protegeré a Carlita y la ayudaré a seguir con su vida”. Enzo estaba aún más preocupado por Carla que su abuela Luisa, pero no podia mostrarlo.
A las once de la noche, Carla despertó después de dormir durante diez horas.
Abrió los ojos y vio a Enzo sentado a su lado.
Enzo acarició suavemente su rostro y le dio un beso en la frente: “¿Te sientes mal en algún lugar?”
Carla se dio la vuelta y se metió en sus brazos, frotándose suavemente contra él: “Enzo, acabo de tener una pesadilla larga y aterradora. Soné que mi abuelita de repente se ponia muy enferma, soñé que nos llamaba a try a mi para decirnos muchas cosas, que ella se iba a ir de mi lado, casi me asusto hasta las lágrimas…
Ella se palmeo suavemente el pecho “Gracias a Dios que solo fue un sueño… Pero fue tan real que me asustó, incluso ahora, todavia siento un dolor en mi pecho.”