Capítulo 64
El último piso del hotel tenia una docena de habitaciones, todas utilizadas como escenario para el juego Asesinato en el Gulon. La empresa organizadora dijo que era un escenario real construido según el quion.
Después de una breve introducción a las reglas del juego por parte del personal, todos sacaron sus personajes uno por uno.
Carla sacó el papel de ama de casa, mientras que Leonardo sacó el de abogado, en el quion, actuaban como marido y mujer.
Luego de confirmar quién interpretaba a cada personaje, Leonardo se acercó a Carla y le dio unas palmaditas en el hombro. “Esposa…”
En el juego, todos debian dirigirse a los demás según el papel que interpretaban. Los labios de Carla se movieron, pero no pudo pronunciar la palabra “marido“.
Leonardo le dijo: “Esposa, no te preocupes. Cuando volvamos a la habitación, podrás llamarme como quieras y gritar tan fuerte como quieras“. Al terminar, sintió un escalofrio en el cuello.
Levantó la cabeza buscando la fuente del frio y vio la seria mirada de Enzo.
El sonrió provocativamente. “Vaya, que suerte tengo de tener una esposa tan hermosa“.
Los ojos de Enzo se entrecerraron con una mirada hostil, pero Leonardo fingió no darse cuenta..
Una vez que todos tenian sus papeles asignados, volvieron a sus respectivas habitaciones
Carla caminaba adelante y rápidamente encontró su habitación.
Leonardo se quedó intencionalmente atrás y esperò a que todos regresaran a sus habitaciones. Luego, sonriendo, miró a Enzo. “¿Quieres ser esposo de Carla?”
Enzo respondió “Ella es mi asistente“.
Leonardo le arrebató el guion y le entregó el suyo. “En el guion, puedo ayudarte, pero ¿quién te ayudará en la vida real?”
Enzo aceptó el guion y camino con grandes pasos hacia la habitación de Carla
Leonardo observó su prisa y se regocijó. “Al fin mi Enzo ha crecido“.
Cuando Enzo abrió la puerta, Carla estaba absorta leyendo el guiony no levantó la vista.
Carla tenia una habilidad impresionante para tomar notas rápidas. Repaso el guion linea por linea, y en poco tiempo, todo el contenido se grabó
en su mente.
Después de leer el guion, Carla se dio cuenta de que habla otra persona en la habitación. “Señor Moreno…
Levantó la cabeza y en lugar de Leonardo, via a Enzo, quien no estaba leyendo el guion sino mirandola. “Director Fare, ¿qué hace aquí?”
Enzo respondió: “Leonardo me robó el quion“.
Carla pregunto: “No vas a leer el quion?”
Enzo respondió “Ya lo le
Carla se quedó sin palabras
No era de extrañar que fuera Enzo. Había comenzado a leer el guión más tar de que ella, pero lo habla terminado antes.
Después que terminó la conversación incomoda, los dos se sentaron a un lado….
No se sabla si era por la falta de circulación de aire en la habitación o porque se sentia incómoda estando a solas con Enzo, pero Carla comenzó a sentirse sofocada y sudaba por la frente.
“Hace tanto calor…” Dijo, tirando del cuello de su camisa y dejando al descubierto su pálido cuello.
Enzo la miró y sintió la boca seca y ardiente, como si hubiera fuego ardiendo dentro de él
En ese momento, se escuchó un anuncio: “Participantes, el juego comienza ahora. La puerta de la suerte solo se abrirá cuando el asesino sen descubierto.
Enzo se dio cuenta de lo que estaba pasando. Se levantó rápidamente e intentó abrir la puerta, pero no hubo respuesta. Saco su teléfono y se dio cuenta de que no tenía señal. “Carla…”
“Hmm…” Su vor sonaba normal, pero cuando habló, se volvió suave y seductora, como la irresistible atracción fatal de una amapola.
Enzo respiro hondo. “Creo que nos han drogado“.