Capítulo 501
Antes, ella solo pensaba todos los dias en como acercarsele, cómo convertirse en su pareja…
Ahora, élestaba a su lado, pronto podria cumplir su deseo, pero sorprendentemente, ella no experimentaba la felicidad que había imaginado.
Por el contrario, un sentimiento indescriptible se extendia por su corazón, un sentimiento que le apretaba el pecho y le dificultaba la respiración.
Pero para vivir mejor, no podia retroceder… debia convertirse en su pareja esta noche.
Si esta noche lograba quedarse embarazada, ya no estaria bajo el control de Gustavo en el futuro.
Extendió la mano para desabotonar la camisa del hombre, pero su mano temblaba incontrolablemente.
Ela se animaba constantemente, él no estaba del todo consciente ahora, no era tan aterrador…
Sin embargo, no esperaba que antes de que pudiera tocarlo, el agarrara su muñeca
Su voz sonaba tan fra como la de un demonio del infierno, “¿Quien eres?”
“Director Farre, está borracho, ¿no me reconoce? Soy Carla.” Dijo asustada con la voz temblorosa.
El hombre apreto un poco y se escuchó un crujido en los huesos de la joven, “Habla!”
Esta mujer no era Carla
Cuando ella se acercó a él sintió que algo en su aroma no estaba bien.
Carla siempre tenia un olor fresco, era su olor único, nunca lo había olido en nadie más.
Esta mujer se parecia mucho, pero no tenia su olor familiar, sino un fuerte olor a maquillaje
Era una mujer enviada por Mauro, definitivamente no podria ser Carla.
Enzo era muy fuerte, cuando sintió que iba a aplastarle los huesos, tuvo que admitir su identidad, “Enzo, soy Cici‘
“Cic!” Enzo la sotto, se levanto rápidamente y miró a la mujer desde amba, “¿Quién te envid?”
Ella lo miro con asombro, apenas podia mantenerse en pie hace un momento, ¿cómo se habia vuelto tan lúcido de repente?
¿Podria ser que
En ese instante se dio cuenta lentamente de que Enzo podria haber estado actuando para Mauro, siempre habla estado lúcido, y nunca la habla confundido con Carla
Los ojos del hombre eran afilados, como si quisieran atravesarle el corazón, “No vas a hablar?”
Ella no se atrevia a no hablar, deseaba poder arrodillarse y pedir clemencia de inmediato “Fue Mauro quien me envio.”
“Además de Mauro, ¿quién más?” El queria encontrar al complice de Mauro, por eso había actuado asi delante de él.
“No te miento“. Para ganarse su confianza, ella explicó detalladamente de inmediato, “Fui a ver a Carla esta noche y me topé contigo. Después de que le pediste a Valerio que me levar a casa, no pasó mucho tiempo antes de que recibiera una llamada del S. Pinales. Me pidió que viniera, y cuando llegué, me hizo maquillar para parecerme a Carla. Al principio, no sabia cuál era su intención, hasta que te vi, entonces comprendi su plan.”
“¿Conoces bien a Mauro? ¿Te atrevesa venir sin saber sus intenciones?” Preguntó mirándola fjamente, claramente no creyendo su historia.
Bajo sumirada, no se atrevió a inventar ninguna mentira, “Me dijo por teléfono que podía estar contigo, asi que vine.”
Enzo rio, pero la risano llegó a sus ojos. Sus ojos bajo las gafas plateadas eran como un abismo sin fondo, intimidantes. Pregunté, “¿Quieres estar conmigo?