Capítulo 5
Su jele no parecia ser el tipo de persona que compraria cosas baratas, pero los articulos que Carla queria comprar tampoco eran demasiado caros. Considerando las necesidades de ambos, Carla decidió priorizar las necesidades de su jefe y lo llevó a una tienda de lujo.
Mientras caminaban Carla observaba a Enzo, quien caminaba delante de ella. Aunque caminaba sin cesar, no mostraba ningún interés en entrar a las tiendas. Carla tenia que, con este tipo de paseo sin rumbo, podran terminar comprando nada.
Carla aceleró el paso para alcanzar a Enzo y le sugirió “Señor Farré, ¿qué tal si entramos en una tienda para echar un vistazo?”
Enzo asintió y se dirigió a la tienda más cercana, cuando llegaron a la entrada, un empleado de la tienda los detuvo y les dio. “Señor, por favor, haga cola all
Para alguien como Enzo, las marcas de lujo suelen ofrecerle servicios exclusivos, probablemente ni siquiera le interesaba mirar los productos, ni sabe que se necesita hacer fila para comprar un bolso
Carla sacó rápidamente la tarjeta WIP de la compañia, al verla, la actitud del empleado cambió completamente y los guió directamente a la sala
VIR
Elempleado que atendia a los VIP era tan servicial como si estuviera recibiendo a un rey, sacó bolsos que los clientes normales tendran que esperar meses para comprar y les dijo. Señor y señora, por favor elijan lo que quieran“.
Aloir como se refera a ellos, Carla se sintió muy incomoda. “Él es mi jete“, dijo.
Enzo frundió el ceño, aunque habla estado de vuelta en el pais durante más de dos semanas y aun no habla visto a su esposa, no queria que hubiera malentendidos Explicó. “Ella me está ayudando a elegir un regalo para mi esposa“.
“Lo siento” empleado se disculpo, avergonzado por su error
Pero no podia evitar pensar que Carla y Enzo hacían una pareja perfecta por su apariencia y su comportamiento.
Enco no sabia qué tipo de bolso le gustaria a una chica, asi que decidió comprarlos todos, seguro que almenos uno le gustaría. “Empaca todos estes“, le dijo.
Los cuatro bolsos costaban más de cien mil dólares.
Luego, Carla lo acompañó a una joyería de lujo, el empleado los llevo directamente al mostrador y les mostró un collar especial que hablan sacado ese año. “Señor, estoy seguro de que a su esposa le encantará este colar“.
“Bien, empacalo“, dio Enzo
El empleado, encantado con la decisión rápida de Enzo, se volted hacia Carla y le preguntó, “Señora, ¿le gustaría probarlo?”
“Él es mi jete“, respondió Carla, tratando de contener su frustración. ¿Acaso estos empleados tenian problemas de vista?
Carla miró a Enzo, esta vez no se molestà en explicarlo, su expresión no cambiò, pero Carla podia sentir claramente su disgusto.
Finalmente eligieron dos collares que costaban varios miles de dólares.
Cuando Carla ayudo a pagar con tarjeta, sintió como si le sangraba el corazón.
La dispanidad entre ricos y pobres era realmente escandalosa
Después de que los anticulos estuvieran empacados. Carla se encargo de llevarlos, ya que Mariano aún no había encontrado un lugar para
Cuando salieron del centro comercial, Enzo se adelantó y preguntó con indiferencia, “¿Necesitas comprar algo más?”
Carla señaló hacia la izquierda y dijo, “Lo que necesito comprar no está en este centro comercial, tenemos que caminar un poco más”
“Ve tú al frente“, respondió Enzo, pero continuo caminando delante de ella
Aunque los bolsos y las joyas que compraron no eran muy grandes, las cajas de regalo eran enormes Carla llevaba dos bolsas grandes en una mano, lo que la hacia parecer un árbol de Navidad lleno de regalos, era tanto agotador como cómico
Como su zancada no era tan grande como la de Enzo, pronto quedó atrás
Cuando la gente empezó a confundirlos por una pareja, Carla sintió que Enzo se volvia cada vez más distante.
Quizás estabpreocupado por que la confundieran de nuevo, o quizás estaba preocupado de que ella sintiera algo por él. De cualquier manera, Carla apreciaba su conciencia como hombre casado.
Después de caminar durante unos diez minutos, finalmente llegaron al destino de Carla, una boutique de regala
Irene siempre habla querido comprar el osito de peluche de esa tienda, pero nunca tena tiempo para venir a Ciudad Capital
Carla corrió para encontrarse con Enzo, “Director Farré, lo que quiero comprar está aqul.
་
Enzo asins, “Te espero fuera“.
Carla pensó que no podía hacer que Enzo esperara demasiado, así que primero compró el regalo de Irene, luego eligió al azar algunos adornos que le gustaban.
Alver todas las cositas lindas, Carla se detuvo y comenzó a elegir cuidadosamente.
Enzo era alguien que no tenia paciencia para esperar a las personas, solo estaba dispuesto a esperarla porque Carla le había ayudado a elegir los regalos.
Se quedo en la calle, fumando con tranquilidad mirande a la chica eligiendo adoinca en la tienda a través del humo y la ventana de cristal.
Se dio cuenta de que Carla parecía más feliz en esta pequeña tienda que en las grandes boutiques, sus ojos brillaban como si estuviera eligiendo un tesoro extremadamente valioso.
A todas las chicas les gustan estas barbijas?
¿Le gustarian a su esposa?
Enzo decidió entrar a la tienda, recogió un pequeño muñeca de peluche e intento imaginar cómo se verla su esposa abrazandalo.
Sin embargo, realmente no podia recordar cómo era su esposa, solo podia recordar que tenia una cara bonta
Inconscientemente mirà a Carla, las caras de las dos mujeres se superponien en su mente.
Per Enzo rápidamente desecho esta idea absurda
Rara vez prestaba atención a la apariencia de las mujeres, muchas de las cuales olvidaba enseguida, pensaba que estaba reemplazando la cara de Carla con la de su esposa solo porque Carla estaba a menudo a su lado.
Carla vio a Enzo, ‘Director Famé, ¿quiere comprarle un muñeca a su esposa?”
Enzo deo, “No sé si le gustará.
Carls serio y dijo, “Director Farré, a las chicas generalmente no les importa el regalo en si sino el geste, se nota que le importa, asi que le gustard cualquier cosa que le compre“.
“¿¿De verdad?” Su esposa ni siquiera tena su número de teléfono guardado, ¿le gustaria lo que comprara?
Enzo lo penso detenidamente, habia abandonado a su esposa después de casarse, no la habia cuidado en un año, ahora solo queria que volviera con una lamada, eso era imposible.
Deberia comprar más regalos y luego ir a buscarla personalmente
Dijo. “Yo elegire”
Elegia muy en serie, pero no tenia claro lo que les gustaba a las chicas jóvenes, asi que le dijo a Carla, “Compra todo lo que les gustaria a las chicas“.
Carla,
–
Sabis que lo que mencs le faltaba a Enzo era dnem, comprar algunos adomos no era un prab ema, incluso comprar una tienda erten cuestión de decilo, pero como su asistente, no podia permorse hacer tonterias con ét
Carla le aconsejó sutilmente que comprara menos, pero Enzo aun así compró mucho.
Como resultado, Cara tuvo que comprar ofta maleta para guardar los regalos del jefe para su esposa.
Los regalos cel jefe para su esposa definitivamente no podian sufrir danos.