Capítulo 426
Doña Marta, “De acuerdo señor. Disculpe.”
Carla se acabó rápidamente un plato de pasta. Como no tenía mucho apetito por la mañana, ya estaba llena.
Enzo vio que no habla probado el resto de la comida, “¿Qué pasa? ¿No te gusta?”
Carla, “No es eso, es que ya estoy llena.”
Enzo, “Bueno, puedes probar un poco de cada plato.”
Carla, “No me gusta desperdiciar comida.”
Enzo,
No hablaron més, y después del desayuno se fueron juntos a la oficina,
Doña Maria se despidió de Carla con una sonrisa entusiasta.
Carla pensó que el entusiasmo de doña Marta era demasiado intenso, como si no la considerara una invitada, sino la señora de la
casa.
Por lo tanto, al salir de Las Brisas del Mar, Carla suspiro aliviada. Luego, escuchó a Enzo preguntar cómoda en mi casa?”
con una voz baja. ¿No te sientes
-Hay algo de incomodidad, especialmente la hospitalidad excesiva de la doña Marta.- Carla penso esto, pero no podia decirlo directamente. Si doña Marta se enterara, se sentiria muy triste, así que solo se limitó a responder “Director Farré, todo está bien.”
Enzo, Entonces qué te hace sentir incomoda?”
Frente a la pregunta de Enzo, Carla dijo con valentia, “Director Farré, en serio, no me siento incómoda.”
Enzo levantó una ceja, “¿De verdad?”
Cuando levantó la ceja, Carla inmediatamente ced 6, “Bueno, te voy a ser sincera. Es que tú eres mi jefe y me siento menos cómoda en tu casa que en la mia, como yo en esta relación soy la subordinada.”
Después de escuchar esto, Enzo no dijo nada, su expresión era muy tranquila, Carla no podia adivinar su estado de ánimo, así que dejó de pensar en ello.
Luego, Carta y Mariano Puig siguieron a Enzo hacia el departamento de Tecnologia para un proyecto de inteligencia artificial, y comenzaron a trabajar dia y noche. Cuando se acorda el proyecto, ya habian pasado dos semanas.
Después de que se aprobó el proyecto, comenzó el desarrollo. Este proyecto requeria una gran inversión, un largo periodo de desarrollo, un alto riesgo y era dificil ver los beneficios a corto plazo.
Pero lo que menos le faltaba a Hércules Construcción Co. era el dinero. Cuando Enza invirtió en este campo, ya estaba preparado, no le temia a la falta de beneficios durante varios años.
Después de la reunión de ese día, Carla recogió los documentos y estaba a punto de irse con Enzo cuando un joven empleado del departamento de desarrollo de inteligencia la detuvo con el rostro rojo, “Srta. Barceló, ¿puedo…?”
Enzo se detuvo, se volvió y mind friamente al joven empleado, “Hmph, jun tipo que se sobreestima! En el corazón de Cara solo está su esposo Alejandro Belmonte, es imposible que los demás hombres puedan atmerla.”
Persó esto, pero no pudo evitar detener el paso.