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Boda Relampago: El Lazo Inesperado Capítulo 425

Capítulo 425

El desayuno lo habla preparado doña Marta, era bastante abundante, incluso tenia pasta con salsa de came que tanto le gustaba a

Carla.

Viendo la mesa llena de su desayuno favorito, Carla estaba muy sorprendida, “doña Maria, ¿Además de lo que le gusta al Director Farré, todo esto lo preparaste para mi?”

Enzo Farré sintió que Carla tenia un tipo de magia especial, al verla tan feliz por un simple desayuno, su estado de ánimo también se alegro y su apetilo aumentó bastante.

Doña Marta, con una sonrisa en su rostro, puso plato tras plato de comida al lado de Carla, “Si, todo es para ti. Prueba esta pasta con salsa de carne. ¿Es diferente a la que hace tu abuela?

Normalmente, Carla no estaba acostumbrada a comer pasta en la mañana, pero no pudo rechazar el entusiasmo de daña Marta. Tras probar un bocado, la pasta al dente con salsa de came especial le hizo sentirse tan cor movida que estuvo a punto de llorar, “doña Marta, ¿Cuando aprendiste a hacer esta deliciosa pasta con salsa de come? Es exactamente como la que hace mi abuela.”

Doña Marta aún no podía decirle a Carla que habla ido a Monte Sur para pasar la Navidad con la abuela Lidia y la abuela Luisa, y habia sido ella quien pidió a la abuela Lidia que le enseñara a hacer la pasta con salsa de came.

Cuando la abuela Lidia se enteró de que su trabajo principal era cuidar a la pareja de Enzo, y que queria aprender a hacer pasta con salsa de carne para Carla, no dudo en compartir su receta secreta.

Cuando regresó a Puerto Mussani, la abuela Lidia le tomó la mano y le advirtió, “Carlita a veces es un poco impaciente, si en algún momento te ofende, quiero disculparme par ella ahora”

Doha Mana se apresuró a ayudar a la abuela Lidia, ‘Estis siendo demasiado cortés. Carlita es una niña muy encantadora, me gusta mucho. Y aunque a veces tenga mal genia y me hable en tono un poco duro, ¿Cómo podría tener alguna queja si el hecho es que cobro por cuidarla?”

Doña Marta habia trabajado para la familia Farré durante muchos años, y aunque siempre la consideraron parte de la familia y le dieron el mejor trato, nunca olvidó su lugar.

Siempre recordó que era una cocinera contratada por la familia Farré, que estaba all! para trabajar y siempre se mantuvo fiel a sus deberes. No era como algunas niñeras que, cuando sus empleadores son amables con ellas, comienzan a comportarse con arrogancia pensando que se merecen ese buen trato y poco a poco van olvidando su posición.

Doña Marta estaba llena de alegría, “Carlita, si te gusta la que hago, deberias venira comer aqui más a menudo. Prepararé la cena temprano esta noche, y puedes volver con Enzo después del trabajo.”

Carla dijo: “Doña Marta, ¡Lo siento! Desde que volvi, aún no he visto a mi abuela ni a mis amigos, deben extrañarme mucho, asi que necesito ir a verlos, Cuando tenga tiempo libre, vendre a probar tus platos.

Esta era solo una parte de la razón, la razón principal era que, a menos que fuera necesario para el trabajo, Carla realmente no queria ir a la casa de Enzo todo el tiempo.

Doña Marta no dijo nada más, “Está bien, ven cuando tengas tiempo.” Habia una clara decepción en sus ojos, lo que hizo que Carla sintiera que le cebia algo a doña Marta.

Mientras Carla estaba comiendo, doña Marta preguntó: “Carlita, ¿Qué estilo de deconción de casa te gusta?”

Carla respondió: “Me gusta un estilo de decoración simple, elegante y cómodo.”

Doña Marta preguntó de nueva. “¿Te gusta el estilo de decoración de esta casa?”

Carla respondió: “Esta es la casa del Director Farré, ¿Qué importa si me gusta o no?”

Doña Marta le echó un vistazo a Enzo y luego saltó: “Enzo va a llevar a su esposa a casa, está un poco preocupado de que no le guste cómo está decorada ahora, asi que pensó en pedirte tu opinión. Ambas son jóvenes y del mismo lugar, probablemente les gusten estilos similares

Carla no se atrevió a responder a la ligera, “El estilo de decoración es algo muy personal, cada uno tiene sus gustos. Mejor pregúntaselo a ella directamente.”

Enzo, quien habia permanecido en silencio todo este tiempo, finalmente intervino, “Maria, déjala comer tranquila y luego hablamos de

este tema.”

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