Capítulo 33
“Sólo queria probar el sabor de esta barbacoa para los turistas que vendrán en el futuro. Carla miraba el puesto de barbacoa no muy lejos, con los ojos brillantes.
Ella sólo tenia antojo, pero encontró una razón que sonaba razonable.
Aloir que realmente queria comer barbacoa, Enzo se ablando un poco pero no queria hacer lo que ella queria: “No como esa comida poco saludable“.
Carla sabia que el nunca comia esa comida, y no había dicho que el tenia que comer con ella.
Ella serio: “Director Farré, puedes volver a descansar entonces. Yo puedo comer sola y disfrutarlo.
Enzo
Ella era sólo una asistente, pero queria que él se fuera, él no lo haria
Enzo se dirigió al puesto de barbacoa y encontró un lugar para sentarse.
Su atuendo parecia muy normal, pero al sentarse all todavia hacia que la gente sintiera que no encajaba en este lugar.
Carla pidió un poco de todo lo que le gustaba comer, y luego se dio la vuelta y se chocó con un hombre vestido de naranja. Carla retrocedió inmediatamente: “Lo siento!”
“No hay problema“. El hombre le sonrid, sonrojado “¿De dónde eres, hermosa? ¿Cómo es que nunca te he visto antes?“. Carla estaba un poco confundida “¿De dónde?”
“Asi que no eres de por aqui, no es de extrañar que nunca te haya visto. Recordaria a una chica tan bonita como tú a primera vista“. El hombre sacó su teléfono, con las mejillas rojas: “Ya que nos hemos encontrado, podemos intercambiar números?”
Su forma de ligar era incómoda, pero el no parecia darse cuenta.
Carla le sonrid: “Lo siento, no estoy acostumbrada a intercambiar números con desconocidos“.
“Hermosa, déjame ganar esta vez. El rostro del hombre se puso aún más rojo: “Acabo de jugar a Verdad o Reto con mis amigos y perdi, entonces me pidieron que consiguiera el número de una chica hermosa”
Carla miró a su alrededor: “Hay muchas chicas aqui, puedes intentar con alguien más. Si ellas también se niegan, puedes pedirle el número a dueña del lugar.
Carla no entendia por qué este hombre estaba tratando de conseguir su número con este viejo truco
El hombre, con las mejillas rojas, sonno incomodamente: “En realidad, solo pensé que eres muy bonita y queria tu número. Si te hice sentir incómoda, Jo siento mucho!“.
Por su honestidad, Carla tenia una mejor impresión de el “Podria datelo, pero primero tienes que hacerme un favor“.
Viendo la esperanza, el hombre estaba muy contento “¿Qué necesitas que haga?”
Carla le dio. Te haré unas preguntas, solo necesitas responder con la verdad“.
El hombre asintió Pregunta lo que quieras“.
Carla empezó: “¿Cuántos de ustedes vinieron de viaje aqui? ¿Cómo llegaron aquí? ¿Qué piensan del entomo, el alojamiento y la comida? ¿Volverian otra vez?“.
El hombre no “¿Estás haciendo una encuesta, hermosa?“.
Carla asintió: “Si, soy una empleada de este lugar turistico, asi que esto es parte de mi trabajo
El hombre continud: “Somos miembros del Club Natshu. En este viaje vinimos más de cien personas en un autobus turistice. El paisaje aquies realmente hermoso, todos los que no tuvieron mal de altura dijeron que quieren volver. Pero hoy, cuando comimos en un restaurante, al principio preguntamos el precsó, pero al final nos cobraron cien extra. Aunque clen extra por mesa no es mucho, una vez que se corra la voz, la reputación del lugar se verafectada“.
Carla afirmó que no permitirla que esto ocurriera de nuevo “¿Cuántos lugares hicieron esto?”.
El hombre respondió: “Sólo uno, los demás estaban bien“. Luego ella sacó su teléfono “¿Me puedes dar tu número?“.