Capítulo 278
Carla de inmediato se puso a investigar a fondo esa antiqua pintura, querla descubrir quièrs era el pintor, si era original a una copla, recesitaba averiguario para poder ayudar a Enzo a comprarla al mejor precio.
Mientras Carla estaba enfrascada en sus investigaciones, Amelia trajo más frutas y variados postres delicados, “Carla, es importante trabajar. pero también debes recordar descansar y comer algo”
Carla se sintió un poco impotente, “Gracias, Amelia, pero no necesitas preparar todo este para mi, realmente no tengo hambre.”
Amelia sorrió y dijo. “No importa, puedes probarlo aunque no tengas hambre.”
“Bueno.” Carla, resignada, cogió un postre y probó un bocado Estaba hecho de forma especial se deshacia inmediatamente en la boca.
Viendo que a Carla le gustaba, Amelia lo apuntó para la próxima vez que Carla fuera a la casa.
Después de terminar con los asuntos de la subasta, Carla se puso en contacto con Elias, quien ya tenia un plan de decoración listo, pero necesitaba la aprobación de Carla para continuar trabajanda.
Carla abrió el diseño 30 que Elias le habia enviado y con solo una mirada, supo que su presio no seria barato.
Su propuesta de decoración era simple y elegante, Carla nunca habia visto algo similar en Internet y cada detalle estaba perfectamente pensado.
Carla le respondió, “Sr. Elias, este diseño es realmente bueno, me encanta, ¿estás seguro de que puedes lograrlo?”
Elias respondió,“¿Ya te gusta este diseño? No te precipites espera a que haga otro y luego eliges.”
Carla respondió, “De acuerdo”
Carla no sabia mucho sobre decoración, solo habia escuchado que se debia poner mucha atención para evitar ser engañada por las empresas de decoración.
Pero Elias fue recomendado por Alejandro, Carla pensó que si Alejandro no confiaba completamente en Elias, no lo habria recomendado.
Ella confiaba en Alejandro, y estaba dispuesta a confiar en el diseñador que él recomendar.
Dejaria a Elas a cargo de toda la decoración, asi se aborraria muchos problemas
Ella pasó otra noche en la villa Las Brisas del Mar ya las diez de la mañana del dia siguiente, Carla, Enzo y Estrella volaron a Mejorada del Campo.
Carla, por su propia iniciativa, les asignó los asientos de adelante a los hermanos y se sent en la fila de atrás.
Creia que era un arreglo muy lógico, pero par alguna razón, sentia que la mirada de Enzo era extraña, como si no estuviera satisfecho con su
decisión.
Carla no le dio muchas vueltas, se sento y un hombre con gafas de sol se sentó a su izquierda.
Carla no prestó mucha atención a este desconocido, pero sentia que su mirada estaba constantemente sobre ella.
Carla se gró hacia él, el hombre se quitó las gafas de sol, sonnó y le extendió la mano. “Hola, guapa!”