Capítulo 178
“Nadie te está silenciando, ¿eh?” Dijo Carla.
“De todos modos, desde la primera vez que vi a Enzo, siempre senti que algo estaba pasando contigo. Ten cuidado, no vayas a ser manipulada.”
“Manu, solo estás celoso porque él tiene más dinero que tú y es más guapo.” Dijo Ire.
“Puedes insultarme, pero no me ataques personalmente.”
“En mi corazón, nuestro Manu es el más guapo.” Dijo Carla.
“Carlita es la mejor.”
“Carlita, ¿no tienes miedo de que tu nariz crezca por mentir? En mi corazón, aunque Manu no es el más guapo, después de mi papá, él es el hombre más importante para mi.”
“Hmph, al menos tienes un poco de corazón.”
Carla cambió de tema y dijo: “¿Qué tal si vamos a Gutiérrez Home mañana nosotros tres? Planeo decorar la casa nueva lo antes posible, para poder mudarme con mi abuela.”
“Bien.” Dijo Ire.
“Tengo una cita mañana, no puedo acompañarlas.” Dijo Manu.
Carla e Ire casi al mismo tiempo teclearon un montón de preguntas: “¿Tienes novia? ¿Cuántos años tiene? ¿De dónde es? ¿A qué se dedica?”
“La conoci en la Comic–Con hace unos días, le encantan los cómics de nuestro estudio, ¡incluso es fan de Carlita! Es una chica muy buena, quiero conquistarla, aunque no sé si podré.”
“¡Vamos Manu!” Exclamó Carla.
“Para ser franca, Manu ha pasado tanto tiempo con nosotros que pensé que se consideraba una chica, no esperaba que encontrara a una chica que le gustara tan rápido.” Dijo Ire.
“Yo tampoco lo esperaba. ¿Saben?, la primera vez que la vi, mi corazón latía desbocado, tan rápido que parecía que iba a saltar de mi garganta. Soñé con ella esa noche, y estos días no puedo evitar pensar en ella, esperando poder verla de nuevo lo antes posible.”
“Manu está madurando.” Dijo Carla.
“¿Quieres que te ayudemos a conseguir una novia?” dijo Ire.
“Mejor no. Una de ustedes terminó su relación antes de que comenzara y la otro ha estado casada casi dos años sin que parezca que lo está, temo que solo me estorben.”
Mientras los tres estaban en plena conversación, la voz profunda de Enzo llegó desde la
cocina: “Carla, ven aquí.”
Pensando que Enzo necesitaba su ayuda, Carla dejó su teléfono y corrió a la cocina, solo para descubrir que Enzo no solo había preparado el plato que ella le había dicho, sino también una ensalada de mariscos.
Dejando de lado el sabor por un momento, solo la vista de estos platos ya te abriría el apetito.
“Prueba un poco.”
Carla cogió un tenedor y probó la pasta. El filete estaba perfectamente cocido y los condimentos estaban en su cantidad justa.
Lo que ella no sabia era que Enzo había estado buscando una excusa para pasar tiempo a solas con ella, y le pidió que le enseñara a cocinar. Había pasado dos dias aprendiendo y hoy era el dia para ver los resultados.