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Boda Relampago: El Lazo Inesperado Capítulo 1740

Capitulo 1740

Ale Msobre las palabras de Mauro y asintio, Gracias por acompañamme en este viaje. Si hubiera www.Na haber visto a Esme,”

A SAMAQs a a acompañante si no lo hago yo? De todos modos eres la prometida que mil

po wa

Las palabras de Mauro tenia un doble sentido, principalmente para decirle a Azula que su relación tenía la

No era solo que le dos quisieran estar juntos.

Nades & SOMAL

Poro e Azul, sonaba como si la hubiera rechazado por las decisiones familiares, y ahora la ayudaba por

Al salir del botol, Azola mormord, “Tomemos use carro de lujo, no podemos perder tu prestigio.”

Meuro se no de su inocencia, “Crees que tomar un taxi me haría perder prestigio?”

Azula, con orgullo, dijo, “Voy a pedir el auto más caro, no permitiré que pierdas tu prestigio.“g2

Mauro somo la mano de Azula y caminaron hacia un Lamborghini estacionado en la entrada del hotel, “Sube al

carro

Azala se dio cuenta entonces, Ya habias pedido el carro.”

Mauro no le dio explicaciones y simplemente le dijo, “Sube, tontita.”

Azula no perdió ni un segundo, se metió rápidamente al carro y ni siquiera miró atrás a Nil, que le observaba

con una expresión sombria.

Pensando en su tio, que siempre se sentia superior y disfrutaba pisotear a los demás, ahora reducido a esto, Azula de repente se sintió refrescada y el dia parecía más soleado.

Mauro, viendo su alegria, se sentia genuinamente contento por ella, “¿Cómo te sientes ahora?”

Azula, con una sonrisa radiante, dijo, “Increible, nunca me he sentido tan bien.”

Mauro no pudo evitar sonreir al ver su felicidad.

En el futuro, se aseguraria de que ella siempre se sintiera de esa manera.

Que nadie más la volviera a lastimar.

Unos veinte minutos después, llegaron a la casa de la familia Mandes.

Nil habia llegado antes que ellos y estaba recibiendo a la familia en la entrada: Los Mandes, que nunca habían

tratado bien a Azula, ahora estaban sonriendo,

Todos la llamaban Azulita, Azulita, como si siempre hubieran tenido una buena relación con ella.

Pero para Azula, solo Esmeralda importaba.

Esmeralda habia querido correr a abrazar a su hermana, a quien extrañaba tanto, pero por la presencia de su familia, se habia contenido, quedándose al final de la multitud, mirando tímidamente a Azula.

Azula estaba rodeada por su familia y no podia escapar.

Fue Mauro quien la ayudó, “En la capital no dejas de hablar de tu hermana, ¿no vas a verla primero?”

Al air esto, la familia Mandes se hizo a un lado rápidamente, empujando a Esmeralda hacia ella, “Esme- también te ha extrañado mucho, Azulita. Sabemos lo cercanas que son ustedes dos, le dijimos que te

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́esperara afuera, pero ya sabes cómo son los niños, se fue a jugar y apenas regresó.”

Azula miró a la persona que hablaba, queriendo decir algo, pero se contuvo.

Esme siempre había sido la más considerada, si supiera que su hermana estaba de vuelta, probablemente no habría podido dormir de la emoción, ¿cómo iba a irse a jugar?

Esmeralda dijo, “¡Hermana!”

Azula levantó su mano para acariciar la cabeza de la chica, “Esme…”

Tenía muchas preguntas para Esmeralda, pero con todos los ojos puestos en ellas, no se atrevía a preguntar nada, incluso darle un abrazo a su hermana era algo que tenía que aguantar.

Su madre dijo, “Maurito, verte tan unido a Azulita nos deja tranquilos como padres.”

Mauro respondió fríamente, “Señora, ¿a qué se refiere con “tranquilos“?”

Bárbara respondió, “De entregarte a nuestra hija, claro. Siempre nos preocupó que se fuera lejos y fuera maltratada, pero ahora ya no tenemos esa preocupación.”

Mauro, con una sonrisa irónica, dijo fríamente: “¿En serio?”

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