Capítulo 1732
Josef le soltó una patada a Mauro, “Chico tonto, si ella te gusta, díselo de frente. Andar con rodeos, no es tu estilo,
Mauro.”
Mauro lo miró con furia, “No te metas en lo que no te importa.”
Era su prometida, y no creía que Azula pudiera escaparse.
Josef replicó, “Si no me meto, nunca podrías ganarte a la chica de tus sueños.”
Mauro dijo en serio, “Hoy te llamé porque tengo algo serio que decirte.”
Josef respondió, “No hay nada más serio que tu futuro matrimonio.”
Mauro exclamó, “¡Josef!”
Josef dijo, “Está bien, está bien, habla, te escucho.”
Mauro le contó detalladamente la situación de Azula y su asociación musical con Hansel.g2
Después de escuchar, Josef solo tuvo que reconocer las habilidades de Azula, “Nunca imaginé que la señorita Azula fuera tan talentosa.”
Azula se sentía contenta de que su trabajo fuera reconocido y escuchaba en silencio su conversación.
Josef agregó, “Pero hablando en serio, si una canción va a generar dinero y cuánto, depende de su éxito a largo plazo. Si Hansel firmó un contrato con la señorita Azula donde dividen las ganancias netas a partes iguales, con esas dos canciones
ya
tendrían suficiente para vivir toda una vida.”
Mauro reflexionó, “Estaba pensando que ella podría tener su propio estudio y ser su propia jefa en el futuro.”
Josef dijo, “Ser tu propio jefe es bueno, si lo haces bien, puedes ganar más. Pero también tienes que mantener a un equipo y eso significa más presión que la que tiene ahora. Demasiada presión podría afectar su creatividad. La música no solo depende del esfuerzo, sino más bien del talento.”
Los dos seguían conversando, dejando fluir sus opiniones.
Y nadie le había preguntado a Azula, la persona en cuestión, qué pensaba.
Azula habló con voz baja, “¿Podrían preguntarme mi opinión?”
Mauro respondió, “Comparte tus pensamientos.”
Azula dijo, “Me gusta trabajar con Hansel en la música y me siento bien por ahora. Además, él me ha guiado, no sería agradecida si después de un solo éxito quisiera independizarme.”
Mauro preguntó, “¿Eso es lo que piensas realmente?”
Azula asintió, “Sí.”
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Mauro añadió, “Espero que no te arrepientas después.”
Azula dijo, “No lo haré.”
Josef opinó, “Personalmente, creo que lo mejor es seguir la propia voluntad de Azula. Si ella está feliz trabajando con Hansel y además gana dinero, ¿por qué no hacerlo?”
Mauro con descontento, dijo: “Quién sabe lo que realmente piensa.”
Josef percibió una pizca de celos en las palabras de Mauro, “Así que no te preocupa que Hansel le robe dinero a Azula. Con un respaldo como tú, Mauro, él no se atrevería a ello. Te preocupa que tu mujer se vaya con otro.”
Mauro se puso serio al escuchar eso y miró hacia Azula involuntariamente.
El otro día fue al estudio a buscar a Azula y vio cómo Hansel la acompañaba hasta abajo personalmente. Antes de separarse, estuvieron cuchicheando y Azula tenía una sonrisa en su rostro.
Su prometida, incluso si no le gustaba, no podía permitir que le fuera infiel.
Azula abrió los ojos sorprendida, “Realmente piensas eso?”
Mauro murmuro, “Hum…”
Azula no queria cargar con una mala reputación, “Mauro, tranquilo. Aunque tarde o temprano vamos a romper el compromiso, nunca me enamoraré de nadie más antes de eso, y mucho menos me iré con alguien. Además, yo solo veo a Hansel como mi maestro, no tengo intenciones inapropiadas hacia él.”
Mauro, “No quiero luchar contra los deseos de nuestras familias, he decidido aceptar lo que han planeado.”
Azula, sciprendida, preguntó: “¿Qué quieres decir?”
Josef dijo, “Obviamente Mauro se ha enamorado de ti y no quiere romper el compromiso.”
