Capítulo 1713
Alvaro frunció el ceño y dijo, “Azula es la prometida que el abuelo eligió para Maurito, y también cuenta con la aprobación de Simón. Mejor que Azula se ponga la ropa y lo acompañe en el velorio.”
El mayordomo respondió, “Si. Señorita Azula, por favor, venga conmigo.”
Azula siguió al mayordomo mientras se dirigían hacia Mauro.
Bárbara también los siguió y, después de dar unos pasos, se volvió y le sonrió a Álvaro, “¡Sr. Álvaro, gracias!”
Álvaro sonrió, pero no dijo nada.
La voz de tía Ada sono distante, “¿Qué estará tramando esa vieja?”
Álvaro dijo, “Claro que es para congraciarse conmigo.”
Ada refunfuñó, “Mujer despreciable.”
Álvaro comentó, “La familia Mandes siempre está armando alboroto, mejor no hacerles caso.”g2
Ada miró la figura de Azula alejándose y luego miró a Mauro, de rodillas frente al altar, “Sabes muy bien que Maurito no quiere aceptar ese matrimonio, aun así mandas a la chica de la familia Mandes a estar con él, ¿no te preocupa que haga un escándalo?”
Álvaro soltó una risa fría, “Por eso lo hice. Mejor si arma un escándalo. Si no lo hace, el abuelo, con el corazón blando por la muerte de su hijo y nieto, podría terminar dándole el control del Grupo Pinales a ese mocoso.”
Ada respondió, “Todos pueden tener un momento de debilidad, pero nunca el abuelo. Cuando Saturnino murió, tomó el control del Grupo Pinales de Simón en un instante. Le preocupaba que ustedes no pudieran manejar a los leales a Satu, incluso a su edad volvió a tomar las riendas. Alguien que valora tanto el poder no va a ceder tan fácilmente.” Álvaro respondió, “Todos piensan eso, pero tengo la sensación de que el abuelo esconde algo. No descartaría que, confundido, deje el Grupo Pinales en manos de Maurito.”
Ada cuestionó, “Incluso si el abuelo se atreviera a hacerlo, ¿crees que Maurito sería capaz de manejarlo? Miralo, todo el día con sus amigos vagos jugando videojuegos, sin preocuparse por los negocios familiares. Prácticamente es un inútil, ¿que hay que temer ahora?”
Álvaro explicó, “No subestimes a Maurito. Aunque parece un vago, ya ha liderado su equipo para crear varios juegos muy rentables.”
Ada preguntó incrédula, “¿Juegos rentables? ¿Puede eso compararse con lo que gana el Grupo Pinales? Dime, saber hacer juegos no significa saber gestionar. No tiene ni idea de cómo manejar una empresa. Si el Grupo Pinales cae en sus manos, solo llevará a la ruina. A menos que el abuelo esté senil, jamás le pasaría el mando a él.”
Álvaro concluyó, “La salud del abuelo empeora día con día, y este golpe podría ser demasiado para él. Estamos en un momento critico para la sucesión del Grupo Pinales, y tengo que demostrarle quién es el verdadero heredero en este tiempo.”
Ada advirtió, “He oido que Clemente está en negociaciones con el Grupo Fermín de Mejorada del Campo. Si él logra una alianza estratégica con ellos, nuestras posibilidades disminuyen considerablemente.”
Álvaro aseguró, “El abuelo ha asignado a la familia Mandes de Mar Azul a Simón, y si Clemente logra algo con el Grupo Fermin de Mejorada del Campo, los Mandes contra los Fermin, el abuelo seguramente escogerá a los Fermín.”
Ada preguntó, “¿Qué estás insinuando?”
Álvaro, con un toque de preocupación en su voz, hablaba mientras revolvía su taza de café recién hecho, su aroma mezclándose con la brisa caliente de la tarde. “Mira, Clemente ha estado negociando con el Grupo Fermín por años. Han colaborado juntos desde puestos de tacos hasta proyectos de construcción. Quitarle el Grupo Fermín a Clemente seria come intentar robarle el mole a la abuela en plena Nochebuena. Si queremos demostrarle al viejo que somos los herederos perfectos, necesitamos un as bajo la manga. Y eso significa negociar una asociación estratégica con Hércules Co.’
Ada, jugueteando con un mechón de su cabello, levantó la vista sorprendida. ¿Estás pensando en Enzo?”