Capitulo 1695
Mauro suspiro mientras decia: “No tengo tiempo.”
Capítulo 1695
El mayordomo asintió con preocupación, “El señor se ha enterado de que la señorita Azula está trabajando en la cafeteria. Si no manejamos esto a tiempo, las consecuenclas pueden ser inimaginables.”
La expresión de Mauro se endureció, ¿Quién te dijo que Azula está trabajando en la cafeteria?”
El mayordomo, “El señor acaba de recibir unas fotografías. No dijo quién se las envió, así que yo tampoco lo sé.”
Mauro colgó el teléfono y miró friamente al hombre frente a él, “Te has vuelto muy osado. ¿Cómo te atreves a traicionarme estando frente a mi?”
El hombre se encogió de hombros, “Maurito, lo hago por tu bien y por el de Azula Si no detengo esto a tiempo, el hecho de que Azula trabaje fuera puede ser usado en nuestra contra, y cuando llegue a oidos de tu abuelo, tanto tú como ella podrían estar en graves problemas
Mauro entendia estos argumentos, pero no veía nada de malo en que Azula trabajara fuera, “Azula…”
Azula se acercó rápidamente, “Señor, ¿en qué puedo ayudarlo?”
Mauro ordeno, “Quitate ese uniforme de una vez y ven conmigo a la antigua mansión Pinales. “g2
“¿Ir ahora a la mansión Pinales? ¿Hay algún problema?” Azula preguntó
Mauro respondió, “El abuelo ya sabe que estás trabajando en la cafeteria.”
Azula sabia lo grave que era que el abuelo se enterara de que estaba trabajando fuera. Se quitó el uniforme rápidamente, avisó al supervisor y se fue con Mauro.
En el camino hacia la mansión de la familia Pinales, Azula estaba inquieta.
Mauro, notando su nerviosismo, intentó confortarla, “Estás trabajando dignamente, no has hecho nada malo, no tienes
por qué preocuparse
Pero Azula no compartía el optimismo de Mauro, “Como la familia Pinales no ha anunciado mi identidad y no hay fotos mias en internet, pensé que mi trabajo no afectaría la reputación de la familia…”
Mauro, “Decirme todo esto no sirve de nada.”
Azula, mordiéndose el labio con ansiedad hasta sangrar, insistió sin hablar.
Mauro le agarró la mano y dijo: “Callarse tampoco sirve.”
Azula preguntó curiosamente, ¿Como se enteró el patrón de que trabajo en la cafeteria?”
Mauro respondio, “Fue el hombre que estaba conmigo quien se lo dijo.”
Azula se quedo en silencio
“No le pedi que lo hiciera. El añadio
Azula dijo, “No dije que fueras tú.”
El chico preguntó, “¿Tan necesitada estás de dinero?”
“St., ella asintió sin dudarlo.
Mauro dijo, “Antes, si tus padres no te daban dinero, no podías hacer nada, pero ahora es diferente.”
¿Qué hay de diferente?”, ella preguntó.
Mauro repitió, ‘Porque ahora eres mi prometida.”
Azula sonrió, ¿Y que si soy tu prometida?”
‘Podrias aprovechar tu posicion para beneficiarte de cosas que antes no podías obtener de la familia Mandes.”
Azula respondió, “Lo que poseen, es de ellos. No quiero nada.”
Mauro no pudo evitar reírse con su respuesta, “Azula, a veces quisiera abrirte la cabeza para ver cómo funciona tu cerebro.”
Azula dijo, “No tienes que seguir menospreclándome, sé que soy inútil.”
¿Qué es eso de que lo que poseen, es de ellos? Te enviaron a Ciudad Capital para casarte con un miembro de la familla Pinales y ¿sabes cuánto han ganado con eso?”
Azula nego con la cabeza, “No lo sé.”
Mauro continuo, “El anuncio del compromiso entre la familia Mandes y la familia Pinales hizo que tu familia consiguiera contratos que antes ni soñaban con obtener.”
Estos enormes proyectos, si los conseguian, era como encontrar un tesoro. Con tal de que los manejaran bien, en el futuro, estos proyectos permitirian que la familia Mandes dominara toda la región de Mar Azul.