Capítulo 1681
En la esquina de una calle polvorienta y llena de vida, estaba estacionada una camioneta vieja. En el coche, se encontraba Alano, impaciente, y con un acento marcado por la calidez de su tierra natal.
“Oye, Maurito, ¿no vas a hacer nada para ayudarla?”, preguntó con preocupación.
Mauro no respondió.
Alano insistio, “Maurito, aunque no te guste admitirlo, Azula es tu prometida. ¿Y si algo llegara a suceder…?”
Encendiendo un cigarro, Mauro aspiró profundamente, y luego dijo con calma, “Si ella no puede manejar una simple situación como esta, ¿cómo podrá destacar en la familia Pinales?”
Alano, con una mirada llena de curiosidad, observó a Mauro, “Maurito, esos tres tipos son conocidos por ser unos matones de la Ciudad Capital. Nadie que se haya metido con ellos ha salido intacto. Si algo le pasa a Azula, ¿podrás vivir con ello?”
Mauro continuo fumando en silencio
“No me dirás que deseas que algo malo le pase a Azula, ¿verdad? Asi podrias romper el compromiso y devolverla a la familia Mandes, Alano murmuró, casi para si mismo.
“Entiendo que no estés contento con este matrimonio arreglado, pero Azula es tan inocente como tú. Puedes descargar tu furia en cualquier persona, pero no en ella.”g2
Y esa hermana de Lala, también es un caso aparte. Siempre tan dulce en nuestra presencia, pero resulta ser tan
venenosa a nuestras espaldas”
“Si no quieres ir a salvarla, permiteme hacerlo. No quiero ni pensar en lo que podría pasar… Maurito, ¿estás escuchando? Azula es la más inocente de todos aquí.”
“Debe saber por qué la hermana de Laia le tiene tanta rabia a Azula. Todo es por ti, hermano. Ella te quiere, y Azula se convirtió en tu prometida. Los celos la han enloquecido.”
Alano siguió hablando sin parar, pero Mauro no dijo nada, observando cómo los matones rodeaban a Azula.
Azula, normalmente timida y asustadiza, se mostraba sorprendentemente serena. Su pequeña figura se erguía con firmeza, y su voz sonaba clara y decidida, “Elijo la primera opción.”
Mauro esbozo una sonrisa al escuchar su respuesta. Azula era inteligente, sabia cuándo retroceder para avanzar.
Los matones no parecian sorprendidos por su elección. “¡Qué tonta eres! ¿Realmente crees que te daríamos dos opciones?”
“Incluso las personas como ustedes deben mantener su palabra, respondió Azula con firmeza
El lider de los matones estaba impaciente. Les hizo una señal a sus cómplices, Acabemos con esto rápido.”
Azula apretó los puños, intentando mantener la calma. Su celular estaba en su bolso, lejos de poder hacer una llamada de auxilio. Tenía que encontrar una solución antes de que las cosas empeoraran, “¿Cuánto les pagó Helena?”
El lider se burlo, ¿Qué, quieres superar su oferta?”
Mientras los matones estuvieran dispuestos a hablar, Azula tendría una oportunidad. “Apuesto a que no saben por qué
Helena quiere hacerme daño.”
“Nosotros solo queremos el dinero. ¿Por qué nos importaria el motivo?” replicó el matón.
¿Saben quién soy? Si me paso algo, ustedes también están acabados,” les advirtió Azula.
La expresión del matón se endureció y sus ojos destellaron con furia. “Pequeña, no me asusto facilmente. Y hoy, por tratar de asustarnos, sufrirás el doble”
Azule continuo, Deben conocer a la familia Pinales. Helena está enamorada de Mauro Pinales, y yo soy la prometida que Lisandro Pinates eligió para él. Si le hacen algo a alguien de la familia Pinales, creen que les dejarán en paz
El jefe de los matones soltó una risotada: “Jajaja… Así que tú eres la prometida de Mauro, ¿eh? Pues yo también podria decir que soy el prometido de Mauro, Oye, chiquita, deja de resistirte. Si te portas bien con nosotros, quizás te ahorres algunos problemas.”
