Capitulo 1663
Paso un buen rato antes de que el sonido del agua corriendo en el baño se detuviera.
Luego, la puerta del baño se abrió y Mauro, envuelto en una toalla, salió
Era joven y tenia un cuerpo impresionante….
Azula se sobresalto y por instinto, levantó las manos para cubrirse los ojos. “Eh, oye, hay un sofá en el estudio, si no te importa, podria quedarme a dormir ahi esta noche…”
Mauro respondió: “En el vestidor encontrarás ropa de cambio que la empleada preparó para ti, ve y date una ducha Soy muy escrupuloso con la limpieza y no quiero que una persona sucia duerma en mi habitación.”
Azula retiró sus manos y una vez más el torso firme de Mauro apareció ante sus ojos. Rápidamente volvió a cubrirse los ojos, Asi que estás de acuerdo en que duerma en el sofa?”
Mauro replico irritado, ‘Detesto a la gente que habla de más”
Azula entendio el mensaje. “Voy a asearme ahora mismo.”
Al llegar al vestidor, noto que los empleados de la familia Pinales habian sido considerados. No solo le habian preparado varias opciones de ropa limpia, sino tambien pijamas g2
Aunque la casa estaba calida por la calefacción y afuera hacia un bastante frio, los pijamas eran de tela fina y de entretiempo
No le importo que fueran finas, pero todas eran muy sensuales.
Ese tipo de ropa, Azula ni siquiera la usaba cuando estaba sola en casa, y ahora con Mauro en la habitacion, definitivamente no se atrevería a usarlos.
Por lo tanto, eligió llevar ropa interior y unos pantalones, y tambien agarró una bata de baño.
El baño tambien era espacioso, habia un cepillo de dientes nuevo, champú y gel de baño para mujeres, y todo lo que una chica pudiera necesitar.
Azula se aseo lo mas rápido que pudo, se aplico un poco de crema hidratante y salio bien envuelta en su ropa.
No se atrevió a mirar hacia el dormitorio y se dirigio por instinto al estudio, pero para su sorpresa, Mauro estaba acostado en el sofa sin nada mas que una sabana fina cubriendo su cuerpo.
El había ocupado el lugar donde ella queria dormir.
Azula preguntó confundida. ¿Por que estas durmiendo aquí?”
Mauro respondió sin mirarla, “Es mi habitacion, duermo donde quiera. ¿Acaso necesito tu permiso?”
Azula se apresuro a decir, “No quise decir eso. Solo que si tú duermes aqui, ¿donde duermo yo?”
Mauro se levanto la sabana y cubrió su cabeza, claramente sin ganas de verla. “La habitacion es grande. duerme donde quieras.
Azula miró alrededor. El único otro lugar en la habitación aparte del sofa para dormir era la cama en el dormitorio.
No tenía el valor para dormir en la cama de Mauro ¿Qué pasaría si tocaba algo que no debia y Mauro la lanzaba por la ventana?
Mientras Azula vacilaba, la voz grave de Mauro sono de nuevo, “Aunque no me gustas, no tengo la costumbre de maltratar a las mujeres.”
Azula no sabia qué decir. Ella sabía que a él no le gustaba y a ella tampoco le gustaba el. Ninguno de los dos
te debía nada al otro
De repente, Mauro arrojó la sabana de su cabeza y dijo con enojo, “Azula, ¿tienes algún problema mental?”
Ella se sobresaltó con su grito.
Él continuó, “Estás parada ahí como una estatua, y eso me molesta para dormir.”
Azula retrocedió rápidamente, ¡Lo siento!”
Mauro se sentó bruscamente, “Vete a la cama y duerme, no quiero que la gente piense que te estoy maltratando.”
Azula salió corriendo despavorida.
Fue él quien le dijo que durmiera en su cama, no fue su propia iniciativa, así que él no podía culparla por ello.
Con cuidado, Azula subió a la cama y se acostó, tirando de la manta para cubrirse.
La manta parecia recién lavada, sin olor a sudor y solo con un ligero aroma a limpio.
Había tenido un dia ajetreado y después de cenar con la familia Pinales, estaba física y mentalmente agotada. Aunque estaba claramente exhausta, una vez en la cama, no conseguía conciliar el sueño.
