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Boda Relampago: El Lazo Inesperado Capítulo 1637

Capítulo 1637

“Mamá, tranquila, definitivamente descubriré la verdad.” La mirada de Mauro de repente se volvió gélida, llenándose de una frialdad cortante, “Si la muerte de mi hermano fue provocada, no importa quién sea el culpable, voy a hacer que esa persona desee no haber nacido.”

Rosalia creía en la habilidad de su hijo, pero él todavía era muy joven, sus alas no estaban completamente desarrolladas y podian ser fácilmente quebradas, “Yo creo en ti, pero…”

Mauro sabía lo que Rosalía iba a decir y la interrumpió, “Mamá, no importa si es solo por las apariencias, jamás me casaría con la hija de la familia Mandes.”

Mauro no era el primogénito de la familia y la responsabilidad de hacer prosperar a la familia nunca había recaído sobre él.

Al no ser el futuro sucesor del Grupo Pinales, las expectativas sobre él no eran tan estrictas.

Había sido el consentido de la familia, lo que le había llevado a desarrollar un carácter caprichoso y temerario. Rosalía conocía demasiado bien el temperamento de su hijo y aunque deseaba que viviera a su manera, había cosas que ya no dependían de ellos.

Ella levantó la mano y tocó la cara de Mauro, diciendo: “Maurito, no te forzaré a hacer algo que no quieras, no tienes que casarte con la hija de la familia Mandes… ¿pero podrías tener un hijo con ella?”

La sonrisa que acababa de aparecer en el rostro de Mauro se desvaneció tan rápidamente como había llegado, como si nunca hubiera existido en ese momento, “Mamá, no la amo y no me casaré con ella, ¿cómo voy a tener un hijo con ella?”g2

Rosalía dijo, “¿Quién dice que no puedes tener hijos sin estar casado o enamorado? Tu tío Álvaro tuvo un hijo con otra mujer solo para asegurarse de tener un nieto varón.”

Mauro le respondió, “Mamá, ¿tú habrías aceptado que papá tuviera un hijo con otra mujer antes de casarse. contigo?”

Rosalía negó con la cabeza, “Definitivamente no.”

Mauro dijo, “Algún día encontraré a la chica que me gusta, y cuando la ame, quiero darle el amor más puro. No quiero que esté triste por nada.”

Rosalía entendía su razonamiento, pero aún quería persuadir a Mauro, “Maurito, tú eres el heredero de la familia Pinales, no eres una persona común. Si te encuentras en una posición lo suficientemente alta, nadie se fijará en esos detalles.”

Su hijo dijo, “Mamá, aunque a los demás no les importe, a mí sí. No quiero que mi hijo nazca siendo una moneda de cambio. Mira al hijo de Álvaro, vive como un alma en pena.”

Rosalía dijo, “A pesar de todo, el hijo que tuvo llegó después que tu hermano. Si hubiera tenido un varón y yo una niña, todo habría cambiado. Además, tu abuelo Lisandro ya está envejeciendo y no le queda mucho tiempo, su mayor deseo es asegurarse de que la familia Pinales tenga un sucesor. Si tú y la chica que él escogió para ti tienen un bisnieto varón, él te entregará el poder de la familia Pinales.”

Mauro asintió con la cabeza, diciendo: “Sí, si tengo un hijo con la chica que mi abuelo escogió, él estará feliz y yo podría tomar un atajo para llegar a ser el lider de la familia Pinales en el futuro. Pero, ¿has pensado en qué posición dejamos a Azula Mandes? Ella también es una persona, no es solo una herramienta para que la familia Pinales continúe la línea sucesoria.”

Rosalía, “La familia Mandes nunca la ha considerado como una persona. ¿Por qué deberíamos nosotros, la familia Pinales, tratarla como tal?”

Estas palabras dejaron a Mauro atónito.

Miró a su madre como si estuviera evaluando a una desconocida.

| Capitulo 1637

Creció en un hogar lleno de dulzura, donde su padre, su madre y su hermano siempre fueron amables con él; en su mente, eran personas bondadosas y cariñosas.

Pero habia olvidado que solo veía lo que ellos estaban dispuestos a mostrarle.

No podía ver el lado que ocultaban, aquel lado frío y aterrador.

Rosalía le preguntó con curiosidad, “Maurito, ¿por qué me miras de esa manera?”

Mauro negó con la cabeza, sonrió y dijo. “Mamá, yo me encargaré de la situación con la chica de la familia Mandes. No sigas preocupándote por nosotros.”

Rosalía volvió a sacar el tema, “¿Y qué pasa con lo de tener hijos….?”

Mauro la interrumpió, “Aunque a tus ojos tu hijo menor no sea tan destacado como el mayor, confía en que tampoco soy una marioneta en manos de otros.

Lo que ustedes quieren, lo que yo quiero, lo conseguiré con mis propios métodos y no dependiendo de que una mujer me dé un hijo.”

Rosalía le preguntó, “¿Sabes cuán difícil es ese camino?”

Mauro afirmó con determinación, “Por dificil que sea, debo recorrerlo, o si no siempre estaré bajo el control de los demás.”

Rosalía quería seguir aconsejándolo, pero sabía que sus palabras no podía persuadirlo para que cambiase su decisión, “Hijo, de todas formas, recuerda que la chica Mandes fue elegida por el abuelo Lisandro para ti. Piénsalo bien antes de tomar cualquier decisión sobre ella.”

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