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Boda Relampago: El Lazo Inesperado Capítulo 1636

Capítulo 1636

Dos dias pasaron volando.

Mauro no había estado en casa durante esos días y Azula se había quedado en su habitación leyendo libros, solo bajaba para comer.

Llegó el dia en que debia inscribirse en la universidad, así que se levantó temprano, desayunó y estaba lista para irse.

Fiona observaba a Azula preparar su equipaje y parecía tener mucho que decir, pero al final solo comentó, “Azulita, ¿por qué no esperas un poco? Puedo llamar a un chofer para que te lleve.”

Ella respondió, “Fiona, no te preocupes. Tengo poco equipaje, puedo tomar un taxi sin problema.”

Azula solo llevaba un violín y una pequeña maleta, era bastante manejable. No quería causar inconvenientes a la familia Pinales si podia evitarlo.

Para su sorpresa, Mauro, que había estado ausente durante dos dias, apareció en la puerta de entrada. Echó un vistazo al equipaje de Azula y sin decir palabra, subió las escaleras.

Fiona se sintió incómoda por Azula, pero ella actuaba como si nada hubiera pasado, “Fiona, ya me voy.”

La mujer replicó, “Déjame acompañarte a la puerta.”g2

Azula insistió, “No es necesario.”

Fiona se dio cuenta de que Azula realmente no quería molestarla y no insistió más, simplemente la vio irse. Pero al girarse, vio a Mauro de pie detrás de ella.

No estaba segura de cuándo había bajado, “Mauro.”

Él dijo, “Haz que el chofer la lleve a la universidad. No queremos que se diga que la familia Pinales maltrata a una joven.”

Al oír eso, Fiona sonrió ampliamente, “Llamaré al chofer de inmediato.”

Tras la llamada, Fiona continuó, “Mauro, aunque Azula parece muy delicada y tímida, creo que tiene un carácter muy fuerte y sus propias convicciones.”

Mauro interrumpió sacando un cigarrillo y encendiéndolo, tomando un par de caladas profundas, “Hay mucha gente digna de lastima en este mundo.”

Fiona queria decir algo más, pero el timbre sonó de repente, “No será que Azulita ha vuelto.”

Al siguiente momento, vio a Rosalía de pie en la puerta a través del visor, “Mauro, tu madre ha llegado.”

El chico no respondió.

Fiona se apresuró a abrir la puerta y salió a recibir a la recién llegada.

Pronto Rosalia estaba adentro preguntando, “Acabo de ver a Azula en la calle, ¿a dónde va?”

Fiona explicó, “La señorita Azula se va a alojar en la universidad.”

“Deja eso, Fiona. Quiero hablar a solas con mi hijo.” Una vez que Fiona se retiró, Rosalía se sentó al lado de Mauro y levantó su mano para acariciar su cabeza, “Hijo.”

Mauro se sacudió su mano con terquedad.

Rosalía le palmeó suavemente la espalda, “Sé que esto es difícil para ti y no quisiera que tu matrimonio fuera arreglado por otros, pero también sabes la situación de nuestra familia.

Desde que tu hermano se fue, tu padre ha estado desanimado y tu abuelo claramente favorece a tus tíos. Si no fuera porque tu padre es el hijo mayor de la familia Pinales, quizás ya no tendríamos un lugar en esa familia.

Toda nuestra esperanza recae en ti ahora, ya eres un adulto y no puedes seguir actuando según te plazca, de lo contrario tu abuelo terminará por abandonarte.”

Mauro apagó el cigarrillo en el cenicero, ‘Mamá, ¿qué es más importante para ti, la herencia de la familia Pinales o yo?”

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“Claro que tú eres lo más importante hijo.” Observando el rostro de Mauro, que tanto se parecía al de su hijo mayor, los ojos de Rosalía comenzaron a enrojecerse lentamente, “Ya he perdido a tu hermano, ahora tú eres mi único hijo, tú eres mi vida.”

“¿Yo soy tu vida?” Mauro esbozó una sonrisa, aunque tenia un matiz sombrío, “Pero elegiste la fortuna de los Pinales sobre mí.”

Con los ojos todavía humedecidos, Rosalia explicó, “La herencia de los Pinales y tú, nunca fue una cuestión de elegir uno u otro. Desde que tu hermano tenía quince años, ya acompañaba a tu padre en todos los negocios. de la familia, viajando de un lado para el otro. Durante todos esos años, juntos pusieron todo su esfuerzo en el Grupo Pinales y con su liderazgo, lo hicieron cada vez más fuerte.”

Al llegar a este punto, las lágrimas se desbordaron y Rosalia rápidamente levantó la mano para secar las que caían por sus mejillas, ‘Después de que tu hermano se fue y antes de que su cuerpo se enfriara, la junta directiva, liderada por tu tio Clemente y otros, despojaron a tu padre de su cargo. No puedo, nl por un segundo, creer que la muerte de tu hermano fue un simple accidente.”

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