Capítulo 1628
Al ver a la autora escribir sobre que, de repente le apetecio hacer un viaje en coche por su cuenta, así que simplemente arranco su vehículo y se puso en marcha.
La autora condujo sola a través de terrenos aridos, admiro las vastas llanuras y mucho más.
Solo de pensar en esas hermosas escenas, Azula sentia una envidia que le teñía los ojos de rojo.
Qué maravilloso seria si algún dia pudiera hacer lo mismo.
Pero ¿llegaria ese dia para ella?
Si no llegaba, tendría que luchar por él.
Azula dejó el libro y tomó su celular para buscar en algún sitio de empleo.
En la capital había muchas instituciones educativas buscando profesores de música y el sueldo no estaba
nada mal.
Cuando comenzara el nuevo ciclo, aria a la residencia de la escuela y para entonces, debería tener
tiempo para dar clases particulares.g2
Tenía que ganar dinero por sí misma para empezar a ahorrar y asi, en el futuro, poder dejar la casa de los Pinales y vivir de manera independiente con su hermana.
Después de navegar un rato, encontró un par de ofertas de trabajo adecuadas y envió su currículum
Una vez enviados, se sintió mucho más tranquila y no tardó en dormirse al volver a acostarse.
Mientras dormia, en la planta baja el resto no descansaba.
Todos estaban inquietos y agitados.
Uno decía, “Oye Mauro, tu prometida es tan bonita y la dejas asi de lado, parece que no tienes corazón,
hombre.”
Otro añadia, “Mauro, todos nosotros ya hemos disfrutado de los placeres de la vida, solo tú sigues siendo Inocente. ¿Acaso tienes algún problema?”
Y otro más, Si yo fuera tú, subiria y me llevaría a esa chiquilla ahora mismo.
H
Mauro se bebió de un trago una botella de licor y la estrelló contra el suelo con ira, ¡Lárguense todos!
Los hombres, borrachos y atónitos, se sobresaltaron, ¿Qué te pasa, Mauro? ¿Acaso hemos tocado un punto sensible?
Él los miró friamente y dijo con desden, “¡Fuera!”
Todos estaban acostumbrados a bromear juntos, pero nunca habian visto a Mauro tan enfurecido.
Realmente asustados, se levantaron tambaleándose y se marcharon de mala gana.
Fiona preparó un té fuerte y se lo ofreció a Mauro, “Toma, bebe algo de te para pasar la borrachera y
descansa.”
Mauro no aceptó la taza y cerrando los ojos, se recostó perezosamente en el sofá, “Mañana buscarás un apartamento afuera para que esa mujer se mude. No quiero verla merodeando delante de mi.”
Fiona intentó razonar, Mauro, ¿sabes lo que estas diciendo? Esa chica fue elegida personalmente por el abuelo para ser tu prometida ¿Crees que la puedes mandar a la calle asi como así?”
viejo la eligió? Si no quiero casarme, no me casaré y nadie me va a forzar, replicó el chico con
Capitulo 1628
Conociendo su temperamento, Fiona continuo persuadiéndolo, “Aunque la familia Mandes no se corripare con los Pinales, son muy respetados en Mar Azul. El Grupo Pinales quiere expandirse alli y los Mandes serían un puente excelente. El abuelo te propuso ese matrimonio para anunciar que tú eres su heredero. Es una oportunidad que otros no podrían n soñar, ¿como puedes despreciaria?”
“Si no encuentras ese apartamento, mañana esa mujer dormirà en la calle, gruñó Mauro y apartando la taza que le tendia Fiona, se levanto tambaleante y subió las escaleras.
Los Pinales querian usar su matrimonio como moneda de cambio para expandirse a Mar Azul, pero no iban a conseguir ni siquiera pasar por su ventana.
Fiona observó la figura resuelta del chico alejándose y luego pensó en la delicada figura de Azula esa noche, sacudiendo la cabeza con resignacion
Los que nacen pobres tienen sus propias penurias.
Los que nacen ricos, tienen sus propias dificultades.
Cada hogar tiene su propio libro dificil de leer.
