Capítulo 1625
Era una tarde soleada cuando el taxi se adentró en un vecindario de lujosas residencias, serpenteando por las calles hasta detenerse frente a una casa particularmente imponente.
El conductor salió primero y luego se apresuró a abrirle la puerta a Azula. “Señorita, hemos llegado ”
Ella bajó del vehículo, recogió su maleta y su violin del maletero y miró alrededor, finalmente su mirada se posó en el número 888 que adornaba la entrada.
“Vaya, tipico de los hijos de los ricos, hasta en los números de las casas se nota el lujo ¿Mauro vive aqui solo?” Preguntó.
El conductor asintió, “Si, el señor Mauro prefiere la soledad, no le gustan las multitudes ni las interrupciones. Aquí no hay más personal, solo Fiona, que se encarga de sus necesidades básicas”
བ བ བས ེ ཡ ྃ འཛ ཡར བན ན,
Azula estaba aliviada de que no solo ella y Mauro vivirian alli; la idea de convivir solo con su prometido, a quien no amaba, le parecia extremadamente incómoda.
El conductor presionó el timbre y en poco tiempo apareció una mujer de unos cuarenta años “Lucas, la señora te envió a traer algo para el señor Mauro?”
El conductor se hizo a un lado y señaló a Azula, “He traido a la señorita Azula Es la prometida que el patriarca eligió para el señor Mauro. Ella vivirá aquí a partir de ahora.”
Fiona abrió rápidamente la puerta, “La señora me llamó para avisarme. Por favor, pase señorita “g2
Azula avanzó con cortesia, “Muchas gracias, Fiona”
“¡No hay de qué! La casa suele estar muy tranquila, solo el señor Mauro y yo. Estaré encantada de tener un poco más de compañia, dijo Fiona, examinando a Azula de arriba abajo.
La muchacha era realmente hermosa y parecia que podia estar a la altura del señor Mauro.
Pero Fiona podía decir que el señor Mauro no estaba contento con los arreglos hechos por su familia, incluso había invitado a un grupo de amigos a jugar videojuegos en casa para mandar un mensaje.
Normalmente, Mauro tendría esos encuentros en la sala de juegos, pero hoy había trasladado todo al salón principal, causando un alboroto evidente y dejando la casa en un caos, seguramente para impresionar a Azula.
La chica sonrió y no dijo nada más.
“¿Te gustaría tomar un vaso de agua antes de volver?” Preguntó Fiona al conductor.
“Debo volver a recoger a la señora, asi que me saltaré el agua. Cuida de la señorita Azula, me voy ahora.”
“Conduce con cuidado. Respondió Fiona antes de llevar a Azula hacia la casa principal.
La familia Pinales era evidentemente adinerada; la propiedad en la que Mauro vivia solo era impresionantemente grande.
Se podia ver la casa principal no muy lejos, pero incluso después de caminar un buen rato, parecia que nunca llegaban.
Mientras caminaban, Fiona dijo, “Señorita Azula, hoy tenemos visitas y es posible que el señor Mauro no tenga tiempo de recibirla. Primero la llevare a su- habitación para que descanse si está cansada. No se preocupe por él.”
Azula se sentia más comoda al saber que Mauro estaría ocupado, “Está bien.”
Finalmente llegaron a la casa principal y se escuchaban ruidos desde adentro, “Mauro, ¿qué te pasa hoy?! Llevas varias partidas y no has ganado ni una Ella escuchó a Mauro responder, “Les estaba dejando ganar.
Alguien expresó su simpatía, “Oye, escuché que tu viejo te arreglo un matrimonio. ¿Cómo es la chica? ¿Te gusta o no?”
Mauro quitó el cigarrillo de su boca y lo aplastó con el pie, “No menciones mi mala suerte, me arruina el humor.”
Otro amigo bromeó, “¿Qué pasa? ¿Es tan fea que no te excita?”
Él golpeó la cabeza de su amigo sin pensarlo, “¿Crees que soy tan superficial? No me gusta esa mujer, no importa si es tan bella como un ángel, – simplemente no me interesa.
