Capítulo 1607
Rosa se preguntó en voz alta, con un toque de ansiedad en su voz, “¿Importan realmente mis pensamientos?”
Josef, con la calidez de siempre, le aseguró, “¡Claro que sí!”
Ella suspiro. “Pero ya habíamos acordado que yo solo quería un hijo y que volver a casarnos nunca sería una opción,”
Él guardó silencio, sin saber qué decir.
“Bueno, me voy a dormir,” anunció ella, levantándose de su silla. Josef, impulsado por el miedo a perderla, la atrapó en sus brazos y la abrazó con fuerza.
“¡Sueltame!”, exigió, luchando por liberarse.
“¡No voy a soltarte!”, respondió el con firmeza.
“Josef, si sigues así, no me dejarás otra opción que mudarme,” Rosa amenazó, su voz llena de una resolución que no quería tener que cumplir.
Al oír eso, el hombre la soltó de inmediato. “Rosa, no es seguro afuera, no puedes irte a ningún otro lugar.”g2
Le lanzó una mirada que decía que ella entendía muy bien los peligros que acechaban fuera de las paredes de su hogar.
La influencia de la familia Vargas aún no se había extinguido y Daniela, esa loca, todavía estaba suelta. Si Puerto Mussani no era seguro, mucho menos Mejorada del Campo.
Rosa era muy consciente del peligro que la rodeaba, lo que la había llevado a volver a la casa de Josef.
Mientras tanto, en otro lado de la ciudad.
Santiago, con los documentos que le habían proporcionado, visitó nuevamente el refugio de Daniela.
Ella, ya anticipando que tendría que elegir entre sus beneficios personales y su bienestar, miró los documentos con una calma desarmante. “¿Qué planean hacer conmigo?”. preguntó.
Santiago hizo una pausa antes de hablar, “Dani, tienes que entender que papá y yo te amamos, pero…”
Daniela lo interrumpió, “No más ‘peros’. Habla claro.”
“Papá quiere que yo te lleve a la cárcel personalmente,” Santiago reveló con pesar. “No le guardes rencor, si la familia cae, no solo tú, sino todos nosotros enfrentaremos consecuencias terribles.”
La mujer se rio con amargura, su risa se transformó en lágrimas. “Entonces, dile de mi parte que le deseo una larga vida.”
“Dani.” Santiago intentó consolarla.
“Hay algo que todavía no he terminado. Deja que lo haga yo misma. Después, iré a donde sea que me lleves sin resistencia.”
Su hermano sabía a qué se refería, “Dani, al final, Rosa no te ha hecho nada. Josef no aceptó la promesa de matrimonio mientras estabas aquí. Rosa solo se casó con él después de que te fuiste al extranjero y él te rechazó claramente. Ella no te ha provocado, ¿por qué sientes tanto odio hacia ella?”
Daniela respondió con desdén, “Josef no me quiere, pero está ciegamente enamorado de esa mujer. ¿Me dices que no me ha provocado? Dime, ¿en qué es mejor que yo**
Santiago le dijo sin pensar, “En belleza.”
La mujer soltó un grito agudo, “¿Qué dijiste? ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?”
“Sí, tú podrías tener mejor familia o educación que Rosa, pero el hecho de que ella es más bonita es la verdad, no puedo mentir.”
*¿Están ciegos todos los hombres? ¿En qué es más bonita que yo? ¡Ella solo es una cualquiera, sabe cómo complacer a los hombres y ya!”
Santiago guardó silencio ante esa cruel realidad.
“Quiero que esa mujer muera, tiene que morir. No puedo permitir que viva y sea feliz.”
Frente a la irracionalidad de Daniela, cualquier resto de culpa que Santiago pudiera haber sentido comenzó a desvanecerse. “Daniela, vuelve en ti.”
