Capítulo 1597
Anteriormente, sin importar cual fuese et problema, antes de que Rosa pudiera pensar en una solución, Josef ya había intervenido.
Eso le permitió concentrarse en perfeccionar su actuación y ganar numerosos premios.
Pero después de separarse de Josef, su equipo de relaciones públicas parecia ineficiente e incapaz de manejar incluso los problemas más pequeños.
Ahora que Josef ya no estaba en su vida, no quería rechazarlo y al mismo tiempo disfrutar de su ayuda. Esta vez, tenía que lidiar con las cosas por sí misma.
Aunque no podría vencer a Daniela, debía de alguna manera enfrentarse a ella.
Huir solo fortalecería a su oponente.
Al oir la determinación de Rosa y ver la firmeza en sus ojos, Josef entendió.
Aunque no queria que su chica se arriesgara, si ella quería salir de su sombra y enfrentar el mundo por sí misma, él debía permitirlo.
Solo cuando pudiera manejar las cosas por sí misma, su corazón se fortalecería. Tal vez entonces tendría más posibilidades de aceptarlo.g2
Además, él debía mostrarle cómo era realmente su vida.
Rosa sabia que regresar era peligroso, así que cuando Josef le ofreció llevarla de vuelta a la ciudad en su coche, no se negó.
Por supuesto, Josef le ordenó al conductor que los llevara a la casa donde solían vivir. Pero aquel lugar estaba lleno de malos recuerdos para Rosa y ella no quería ir allí. “Josef, ¿podríamos quedarnos en otro lugar?”, preguntó.
Josef se volvió hacia ella, con una mirada suave en los ojos. Como ella estaba mirando hacia fuera por la ventana del coche, solo podía ver su largo y liso cabello negro. “¿Dónde te gustaría quedarte?”
“No me importa, siempre que no sea alli”, respondió Rosa, sin mostrar ninguna emoción.
El hombre extendió la mano y la colocó sobre la de ella, mirándola con culpa en los ojos. “Rosa, lo siento!”
Sabía lo crueles que habían sido sus acciones pasadas, especialmente las cosas que había hecho en esa casa.
Se acordo de aquella vez que Rosa llegó a casa después de trabajar toda la noche en una película. Estaba tan agotada que apenas podía mantenerse en pie. Todo porque había cenado con el actor con el que compartía las escenas.
No solo ellos dos cenaron juntos, sino también estaban presentes los actores secundarios de la película.
Fue una reunión privada.
Cuando se enteró de esto, él se volvió loco.
Cuando Rosa llegó a casa, agotada, no escuchó sus súplicas, no se preocupó por su resistencia, ni tampoco por sus explicaciones. La tomó a la fuerza.
Esa noche, la presionó contra el enorme ventanal.
Mientras abusaba de ella, susurraba en su oído con una voz demoníaca, “¿Qué pasaría, Rosa, ¿si tus fanáticos te vieran de esta manera? ¿Seguirían apoyándote como siempre?”
Ella era una actriz, una actriz famosa. Había un sinfín de paparazzi que querían obtener una foto suya. Aunque intentara mantener su privacidad, siempre había filtraciones.
Fuera de la ventana, se veía el gran rio que deser
desemboca en el mar en Mejorada del Campo. Había numerosos yates pasando por allí, llenos de turistas. Y con un poco de zoom en sus cámaras de teléfonos podrían capturar lo que estaba pasando en la casa.
Podría haber paparazzi entre los turistas. Si las fotos se filtraban, su carrera estaría acabada.
Sabía que tenía el poder de impedir que eso ocurriera, pero Rosa no lo sabía.
Al oír sus palabras, Rosa temblaba de desesperación y suplicaba con voz ronca. “¿Podríamos ir al dormitorio, Josef? O a cualquier otro lugar, siempre que no sea aqui…
¿Y qué hizo él?
Ignoró sus súplicas y la trató de manera aún más cruel.
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Cuando terminó, vio su mirada muerta y asustada. Se arrepintió por sus acciones y se asustó…
Aunque quería consolarla, no hizo nada y se marchó después de vestirse.
Antes de irse, le dijo, “Rosa, no te sobreestimes. Nuestro matrimonio es simplemente una transacción financiera. Deberías estar agradecida de que todavía me interesas fisicamente. De lo contrario, deberías estar llorando”,
La próxima vez que se vieron, Rosa le pidió el divorcio.
