Capítulo 1593
“Daniela, ¿estás loca? ¿Por qué, de todos los lugares, tuviste que intentar matar a Rosa en Mussani?” Santiago Varga entró abruptamente, su mirada hacia Daniela era fiera y dura, nada como su usual suavidad. Parecía otra persona.
“¿Crees que puedes hacer lo que quieras en Mussani?” Tan solo Josef ya había puesto a su familia, los Varga, contra las cuerdas, y ahora esta tonta mujer habia provocado a Alejandro de Mussani. Ese hombre era como un Enzo que no reconocía a nadie y a quien todos temían.
No pienses que, porque cambió su nombre, su naturaleza también cambiaría.
Incluso sabiendo que esto iba a pasar, Daniela estaba triste. “Mientras Rosa siga viva, siento una espina en el corazón. No me importa donde esté. Si puedo matarla, lo
haré.”
“¡Estás loca!” Santiago levantó la mano y le dio una fuerte bofetada a Daniela. “A partir de ahora tienes prohibido salir de casa.”
Daniela se tocó la parte de su cara golpeada y miró fríamente a Santiago. “¡Me golpeaste! Hermano, ¡me golpeaste!”
Si no fuera por las circunstancias, Santiago nunca habría sido tan duro con su querida hermana. “Siempre que no causes problemas, seguirás siendo la preciada hija de la familia Varga.”
Pero Daniela no escuchaba nada, solo repetía una y otra vez: “¡Me golpeaste! Hermano, me golpeaste por una actriz barata.”
*Daniela, ¿me estás escuchando?” Santiago intentó controlar su ira.g2
Daniela soltó una risa loca y dijo: “Siempre supe que era una farsa que me quisieran… Siempre lo supe, pero tenía la esperanza de que, si mis intereses chocaran con los de ustedes, me escogerian a mí. Parece que fui demasiado ingenua.”
“Deberías saber que, si tu padre tuviera que elegir entre sus intereses y tú, todos en la familia Varga pasaríamos un mal rato.” Dijo su hermano.
Daniela se tapó las orejas, sin querer escuchar ninguna explicación suya. “¡Quiero ver a papá! ¡Le diré que me pegaste!”
Santiago agarró a Daniela, “Papá está muy estresado ahora. Si vas a verlo en este momento, podría ser peor que una bofetada.”
Pero Daniela no escuchaba y seguía intentando salir.
Cuando las mujeres se volvían locas, su fuerza podia ser sorprendente. Santiago no pudo detenerla solo, así que se volvió hacia Sará, que estaba a un lado. “Ven y ayúdame.”
Sara no quería meterse en asuntos de hermanos, pero Santiago la llamó.
Ella se acercó a regañadientes, “Daniela, escucha a tu hermano. ¡Deja de pelear!”
Pero Daniela le dio una bofetada, “¿Quién te crees que eres? ¿Desde cuándo alguien de fuera tiene derecho a inmiscuirse en los asuntos de la familia Varga?”
El impacto de la bofetada de Daniela tan fuerte que Sara siguió sintiéndola por un buen rato.
Sara se tocó la cara dolorida y miró a Santiago con ojos tristes, esperando que intercediera por ella. “Santiago, ¿qué hice mal?”
Santiago se conmovió con su tristeza, pero entre su hermana y su amante, eligió a su hermana. “Ya conoces el temperamento de Daniela. Cuando se le pase el enojo, todo estará bien.”
A pesar de que fue Daniela quien golpeó a Sara.
Él seguía sosteniendo que todo estaría bien una vez que se le pasara el enojo a Daniela.
