Capítulo 1548
Josef habló suavemente, “Rosa, no te enfades conmigo, te extraño mucho, no puedo controlarme.”
Rosa suspiró, “Me prometiste esta tar de que no molestarías a mi familia.”
Josef respondió como si fuera lo más natural, “Si, te prometi no molestar a tu familia, por eso vine a tu habitación a media noche.”
Rosa miró su cara atractiva, pero perversa y dijo, “¿Cómo es que nuestro perro no te mordió?”
“Le preparé una pata de pollo, con un poco de somnifero.“, respondió Josef.
“Josef…” Rosa estaba tan enojada que apretó los dientes.
De repente, Josef cambió de tema, “Rosa, ¿quieres tener un hijo?”
Rosa respondió friamente, “Lo que yo quiera no tiene nada que ver contigo.“g2
El hombre la persuadió suavemente, “Si lo deseas, puedo tener un hijo contigo.”
Rosa sonrió, “Josef, una vez me dijiste que te habías hecho la vasectomía. ¿Cómo piensas tener un hijo conmigo?”
Josef sonrió, “Rosa, eso fue una mentira, nunca me hice la vasectomía. Podemos tener un hijo en cualquier momento, si tú quieres.”
“¿No te hiciste la vasectomia?” Rosa le preguntó con duda.
“No,” respondió Josef.
Rosa estaba confundida, “Si no te sometiste a una vasectomía, ¿por qué nunca quedé embarazada si estuvimos juntos tanto tiempo sin usar anticonceptivos?”
“Rosa, lo pasado, pasado está, ¿no podríamos dejar de hablar de eso?“, dijo Josef.
“Si no quieres hablar de ello, entonces te ruego que te vayas de inmediato.” Rosa respondió sin cortesías.
*Rosa, yo… yo te lo contaré..“, temiendo que Rosa lo echara, Josef confesó de inmediato, “Porque tomé un medicamento que impedja que te quedaras embarazada, pero no dañaba tu cuerpo.”
Rosa sonrio, pero no dijo nada.
Antes, pensaba que conocía muy bien a Josef.
Después de más de un año de divorcio, se dio cuenta de que en realidad sabia muy poco acerca de él.
Nunca lo había conocido de verdad.
Nunca se había dado cuenta de lo peligroso que podia ser este hombre.
Josef estaba ansioso, se arrodillo frente a ella, “Rosa, todas esas cosas malas las hice en el pasado. Te prometo que ya no volverá a suceder.”
Rosa le preguntó, “Hablaste de querer tener un hijo. ¿Estás dispuesto a tenerlo conmigo?”
“Si Josef asintió.
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Rosa continuó, “Ahora puedo darte una oportunidad. Pero tengo algunas condiciones, depende de ti aceptarlas o no.”
“No importa qué condiciones pongas, las aceptaré.”, respondió Josef.
Rosa sonrió, “No te apresures a responder, espera a que termine de decir las condiciones para que tomes una decisión.”
“Dime,” dijo Josef, mirándola.
Rosa dijo, “No me volveré a casar contigo. Solo necesito que me proporciones el esperma, yo criaré al niño, y no tendrás ninguna relación con él. Incluso es probable que no le diga al niño quién es su padre.”
“Lo acepto, lo acepto todo.” Josef aceptó sin pensarlo.
¿Escuchaste bien mis condiciones?” Rosa no podía creer que Josef aceptara sus duras condiciones sin la menor vacilación.
Cuanto más rápido aceptaba, más sospechaba Rosa de que había alguna trampa en algún lugar, porque sabía que no podía competir con Josef.
Josef afirmó con determinación, “Entiendo tus condiciones perfectamente, Acepto tus condiciones, y si se te ocurre alguna otra en el futuro, también la aceptare.”
Rosa no dijo nada..
Josef la miró y sonrió, “Entonces, ¿por qué no empezamos a hacer el bebé esta noche? Ha pasado tanto tiempo desde que tuvimos S**o, casi me vuelvo loco de la abstinencia.”