Boda Relampago: El Lazo Inesperado Capítulo 1199

Capítulo 1199
Manuel, en realidad, también estaba emocionado, solo que estaba tratando de controlar sus emociones.
Lo que iban a hacer era importante, no podian perder la cabeza solo por el dinero.
Irene volvió a hablar, “Ya hice los cálculos, después de recibir estos cinco millones, descontando los impuestos, los gastos de mantenimiento del sitio y los sueldos de los empleados, los tres deberiamos poder dividirnos alrededor de un millón por cada uno.”
Manuel se tapó la cara y dijo. “Un millón, suena como un simple número, pero cuá ntas personas no pueden ganar tanto en toda su vida.”
Carla había estado con Enzo durante tanto tiempo, los negocios de Hércules siempre se contaban por miles de millones. Ella estaba acostumbrada a eso, pensaba que esta cantidad de dinero no le iba a llamar mucho la atención.
Pero, cuando escuchó que podría ganar alrededor de un millón, no pudo controlar su emoción, porque esto era algo que los tres habían ganado con su esfuerzo,
Irene seguía hablando, “Cuando reciba el dinero, planeo pagar parte de la hipoteca de la casa. Nuestros intereses de la hipoteca son demasiado altos, hemos pagado durante tanto tiempo y casi no hemos reducido el capital, tenemos que pagar intereses todos los meses, duele solo pensar en ello.”
Manuel dijo, “Eso es lo que yo también estaba planeando. ¿Y tú, Carlita?”
Carla respondió, “Yo también planeo pagar parte de la hipoteca.”
A Carla no le hacía falta más dinero en ese momento.
No solo tenía los bienes que le dejó su abuela Luisa, sino también los bienes que le dejó su abuelo Camarillo.
No sabía cómo administrar estos bienes, así que permitió que un gerente profesional los administrara. El dinero que ganaba se guardaba en una cuenta especial y ella misma no usaba ni un centavo.
Quería demostrar su valor con su propio esfuerzo.
Irene dijo, “Carlita, ahora vives en Las Brisas del Mar, y no vuelves al Barrio de la Luna Azul, nos resultará difícil verte. ¿Puedes volver a pasar la noche aquí?”
Carla hacía dias que no veía a Manuel y a Irene, también los extraña, pero aun así rechazó volver al Barrio de la Luna Azul esta noche.
*El director Farré ha estado fuera de casa por varios días, hoy finalmente volvió, tengo que estar con él.”
“¡Qué clase de amiga eres, poniendo a tu novio por delante de nosotros!” Dijeron Irene y Manuel al unisono.
Carla se rio y dijo, “Con un hombre tan guapo como el director Farré al frente, ¿quién podría resistirse?”
Irene se rio ligeramente, “Carlita, ¿entonces el director Farré es bueno haciéndolo o no?”
“¡Por supuesto que si! Es aún mejor que esos protagonistas de las novelas que le es, que pueden hacerlo siete u ocho veces en una noche.” Carla bromeó de nuevo.
“Ahem…” Justo cuando estaba hablando, la voz de Alba de repente vino de atrás, Carla se asustó, colgó rápidamente el teléfono y se giró, no solo vio a Alba, sino también a
Enzo.
La mirada de Enzo cayó sobre Carla, su mirada era profunda y complicada.
Carla estaba segura de que Enzo había escuchado lo que acababa de decir, se sonrojó y comenzó a tartamudear, “Ustedes… ¿Han terminado el trabajo?”
Alba respondió, “Si, Carlita, me voy a casa ahora.”
“Es hora de la cena, come algo antes de irte.” Dijo Carla.
Enzo continuó. “Pidele a Doña Marta que te prepare una habitación, quédate aquí esta noche.”
Ambos hablaron casi al mismo tiempo.
Carla no esperaba que Enzo invitara a Alba a pasar la noche, inmediatamente giró la cabeza para mirarlo.
A Enzo nunca le gustó que extraños entraran en su territorio, exceptuando sus asistentes especiales.
Fue así con Carla en el pasado, y ahora era igual con Alba.
Alba miró a Carla, un poco avergonzada, “Creo que preferiría volver a casa.”
Carla sonrió, “Tenemos muchas habitaciones aquí, si Enzo te dice que te quedes, quédate. De todos modos, ustedes dos están trabajando juntos ahora, estar cerca facilita la comunicación entre ustedes.”
Alba miró a Enzo de nuevo, quería decir algo, pero se calló.
Carla se levantó y dijo, “Voy a la cocina a ver cómo va Doña Marta con la cena.”