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Boda Relampago: El Lazo Inesperado Capítulo 1196

Capítulo 1196
Esa noche, Carla durmió muy inquieta.
Ni bien se durmió, comenzó a soñar, teniendo sueños de todo tipo.
Al despertar por la mañana, se dio cuenta de que Enzo ya se había ido a trabajar.
Cuando Enzo se ponía a trabajar, los días volaban.
Ese día, mientras Carla dibujaba cómics en casa, escuchó el ruido de un coche afuera. Salió apresuradamente a recibirlos, pero para su sorpresa, no solo estaba Enzo en el coche, sino también Alba.
Hacia mucho tiempo que no veía a Alba, así que Carla estaba muy contenta. “Alba, has llegado.”
Alba se acercó corriendo a Carla, “Carlita, buenas tar des.”
Carla preguntó.”¿Cómo va el trabajo?”
“Ba stante bien”, respondió Alba.
Enzo no miró a Carla, entro directamente a la casa, “Dame el plan para revisarlo de nuevo.”
“De acuerdo”, Alba soltó la mano de Carla, “Carlita, tengo que trabajar con Director Farré ahora, después podremos charlar.”
“Bien, ve”, Carla sonrió, “¿Qué te gustaria beber? Voy a preparar algo.”
“Cualquier cosa está bien”, Alba siguió a Enzo a la oficina.
Carla dejó de dibujar y fue a la cocina a preparar dos bebidas, una taza de café para Enzo y un jugo de limón y maracuyá para Alba.
El caté lo molio ella misma, ajustándolo al gusto de Enzo. El jugo de limón y maracuyá también fue exprimido por ella.
Sabia que a Alba le gustaba lo dulce, así que añadió un poco de miel.
Cuando estuvo todo listo, Carla llevó las bebidas a la oficina.
A pesar de ser esposos, Carla sabía que debía respetar el espacio personal de cada uno. No entró directamente, sino que primero tocó a la puerta. Solo cuando escuchó a Enzo decir que podia entrar, abrió la puerta.
“L es traje algo para beber.”
Pero parecia que ni Enzo ni Alba se habían dado cuenta de la presencia de Carla.
Enzo estaba leyendo documentos, Alba estaba ayudándolo, estaban tan cerca que podían sentir la respiración del otro.
Carta recordó que cuando ella y Enzo aún no sabían quiénes eran, nunca habían estado tan cerca en el trabajo.
Por alguna razón, Carla no estaba muy contenta con eso.
Empujó el café hacia Enzo, “Tu café.”
Enzo asintió. “Vale.”
Carla se quedó sin palabras.
Alba levantó la mirada hacia Carla. “Carlita, ¡gracias!”
Luego, Alba volvió a bajar la cabeza para continuar trabajando con Enzo.
Carla los observó, queriendo decir algo,, pero sin embargo, se retiró en silencio, temiendo interrumpir su trabajo.
Cuando bajó las escaleras, doña Marta vio que Carla estaba de mal humor, miró hacia arriba, “Carlita, ¿qué pasó?”
“Nada”, Carla volvió a la barra, abrió su tableta, tomó su stylus y continuó dibujando, “Doña Marta, Director Farré sigue ocupado, por favor prepárales algunas frutas y bocadillos.”
“Doha Marta respondió,” De acuerdo.”
Carla continuo dibujando sus cómics con total concentración.
No sé quánto tiempo pasó, doña Marta, que había llevado las frutas y bocadillos, se acercó a Carla, “Carlita…”
Coma?”
Carla no levantó la cabeza, solo respondió.
Doña Marta dudó por un momento, luego preguntó, “No te preocupa?”
Carla levantó la cabeza,” Preocuparme por qué?”
Doria Marta miró hacia arriba, “No te preocupa que otra mujer se lleve a Alejandro?”
Carla se rio, “No me preocupa,”
¿Estás segura de que no te preocupa?”, preguntó doña Marta.
“Confio en él, no se enamoraria de otra mujer”, respondió Carla,
Doña Marta dijo. “Por muy bueno que sea Alejandro, sigue siendo un hombre, Y los hombres, pueden ser inconstantes. Ten cuidado, no vayas a arrepentirte cuando otra mujer
se lo lleve,”
“Si Alejandro podría ser arrebatado tan fácilmente por otros, entonces él no sería el Alejandro que conozco, ¿para qué lo queria entonces?”

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