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¡Domesticame! Mi pequeña y gran Elia Capítulo 1868

Capítulo 1868

En ese momento, Asier sentia una compasión profunda por Elia.

Elia no había hecho nada malo, pero aquellas personas siempre querian cargarla con todas las culpas.

Ella tenia que soportar todas las responsabilidades y los insultos.

En cuanto a si era injustamente acusada, nunca se tomaban la molestia de investigar

Elia no había hecho nada incorrecto, tampoco tenía que soportar esa carga.

Elia podia ver la tetura de Asier hacia ella, con que Asier la entendiera era suficiente.

Ella tomó la mano de Asier y le dijo con dulzura: “Con lo que acabas de decir, es suficiente para mi“.

No esperaba que los demás pudieran entenderla, con que Asier la entendiera y la compadeciera, era suficiente.

La mayor desgracia en la vida es que la persona que más te importa no se preocupe por ti, que la persona a quien más deseas que te entienda no te entienda.g2

que la persona

que te importa a también se preocupe por ti, que no solo se preocupe, sino que también

Y la mayor suerte en la vida es que

piense siempre en tu bienestar.

Incluso si el mundo entero no te entiende, pero esa persona especial te comprende profundamente, puedes enfrentarte al mundo

entero.

Elia sentia esa suerte de ser entendida en ese momento, se sentia llena de fuerza.

“Vamos a cenar, has tenido un largo dia, hay que consentir un poco al estómago.” Elia, aún sosteniendo la mano de Asier, habló con alegria.

“Si,” Asier respondió.

Al lado de la mesa, mientras Elia y Asier cenaban, Asier de repente dijo: “Este sábado, podríamos ir a la escuela a visitar a los niños.” “¿De verdad? ¡Qué alegria! Ella levantó la cabeza al instante, con un brillo en sus ojos que no podia ocultar.

Ella extrañaba mucho a sus cuatro hijos, ya hablan pasado tres años desde que se separaron.

Aunque la ú

última vez vio a Abel, se preguntaba cómo estarian los otros tres niños ahora, Elia los extrañaba mucho

“Claro que es verdad, come bien, estos dias debes engordar un poco, para que los niños no se preocupen al verte tan delgada” Asher le sirvió más comida a Elia.

“Sí, sí, tengo que comer más, para estar llena de energía cuando vea a los niños.” Ella, con el animo elevado, encontró su apetito.

Jimena llegó a casa, abrió la puerta y dijo con alegría habitual: “¡Fred, Adora, mamá ya esta en casa…!

Extendió los brazos, lista para recibir a sus dos pequeños que corrian hacia ella.

Cuando pudo ver mejor, notó que

niños jugaran a su alrededor.

los

s niños rodeaban a un hombre que estaba en el suelo, actuando como un caballo para que los

“¡Es mi turno, es mi turno, quiero subir!” Adora decia emocionada, saltando al lado del hombre.

Fred, con sus piemitas cortas, se deslizó de la espalda del hombre.

Apenas Fred bajó, Adora intentó subir con esfuerzo a la espalda del hombre, pero como era muy pequeña y no podia sola, el giro su rostro y extendió una mano para ayudarla, sosteniendo su espalda para que pudiera subirse.

Al girar la cabeza y ver a Jimena atónita, él sonnó ampliamente, con una sonrisa encantadora que le hacia parecer deslumbrante sus ojos brillantes como medias lunas, tanto cautivadores como guapos, como si fuera un ser etéreo de belleza sobrenatural.

“Jimena, ya volviste Orson la saludo.

Jimena se quedó paralizada, deslumbrada por la sonrisa encantadora de Orson, y al oirto hablar de inmediato volvió en si

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